martes, 27 de septiembre de 2016

Malaguérrimo

Disculpas para empezar, disculpas a los que se van a enfadar o decepcionar cuando terminen de leer estas letras y disculpas porque voy a opinar de un asunto sin haberlo vivido, ni experimentado pero ni de lejos, aunque hasta la fecha ningún español ha muerto sin opinar de algo, así, a portagayola. Primera decepción: No, amigos, no. Málaga no es el sitio donde mejor se vive del mundo. Siento el bajón pero hay mucha más gente que prefiere vivir en otro sitio. De hecho los habitantes de Sydney están encantados de vivir allí y dicen que es dónde mejor se vive. Ya, «señordegor», pero es que mi hermano se ha venido de Madrid, vive mucho mejor y le cunde el dinero el doble. Claro, alma de cántaro porque tu hermano se ha criado entre Bobby Logan y calle Larios y la querencia es la querencia. En muy pocos casos laboralmente Málaga es mejor que Madrid y si eres de Cuenca, además, en ningún caso prefieres calle Larios a La Castellana. Segunda decepción: Nunca he vivido fuera de Málaga ni para estudiar un trimestre. Ya estamos «señordegor» hablando sin saber, «asinosvá». Pues sí querido, hay cosas para las que no hace falta ser Miss Marple para intuirlas, Málaga tiene muchas bondades y poco a poco mejora pero el «como en Málaga no se vive en ningún sitio» es de malaguérrimo enfermizo, y además de ser mentira no es ni bueno creérselo. No voy a entrar en si la feria, El Cautivo, las luces de Navidad o la playa de mi barrio. A todos nos gustan nuestras cosas, o simplemente el olor del cambio de estación, pero salvo para una película cursi, eso no dice nada de ser la mejor ciudad para nada. Mejoran las personas, y cómo se hacen las cosas o cómo tratamos a los demás. Las ciudades no son ni buenas ni malas, son las que nos tocan. Así que si los malaguitas hubierais nacido en calle Betis seríais Sevillanérrimos. Que os tengo calaos.

Enrique González de Gor

La Opinion de Málaga

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