jueves, 20 de abril de 2017

'Monogamia' en el Echegaray

Foto: D. Pérez
Hoy el Teatro Echegaray levanta el telón de su nueva producción, 'Monogamia'.
Hasta el 6 de mayo estará en cartel el texto del chileno Marco Antonio de la Parra que dirige Nacho Albert
Sobre las tablas, el dúo actoral compuesto por Miguel Guardiola y Paco Pozo


Tras el proceso de casting y un mes y medio de ensayos, llega el momento de levantar el telón y mostrar ante el público el quinto montaje de Factoría Echegaray, Monogamia. El texto del chileno Marco Antonio de la Parra ha sido dirigido por Nacho Albert para poner sobre la escena la palabra de dos grandes de la interpretación malagueña, Miguel Guardiola y Paco Pozo. Los actores se meten en la piel de Felipe y Juan, dos hermanos que se encuentran en un club privado y elitista para que el pequeño pueda confesar un problema que le atormenta.


"Hemos trabajado fundamentalmente los personajes para darles la profundidad que requieren, la parte más importante ha sido hilar fino, son personajes dramáticos pero no trágicos, muy humanos", explicaba ayer Nacho Albert minutos antes del ensayo general. "Si bien es una comedia, la hemos trabajado desde el drama, intentando que los personajes no fueran maniqueos, que se les viera el fondo, que se alejen del estereotipo del cómico al uso aunque la situación se torne cómica", agregó. Para el director, Monogamia habla más "de ternura, de emotividad, de ironía" con una propuesta que busca la empatía del espectador, el mismo en el que brotará la sonrisa en ciertos momentos y la compasión en otros.

"Hablamos fundamentalmente de la fraternidad, de la familia, de la fuerza de la sangre y son elementos que todo el mundo tiene, la familia como conflicto pero también como el elemento salvador al que acudes para redimirte", apuntó Albert, que propone con este nuevo montaje que los personajes arrastren al público a su terreno con este "texto universal que llega a todos los públicos".

Monogamia presenta un parlamento de dos personas a tiempo real en un club privado al que van altos empresarios a hacer negocios y a fardar. Juan cita allí a Felipe para pedirle consejo. Quiere que sea consciente de sus logros, en cierto modo desea que lo vea como un triunfador del que sentirse orgulloso. Quizás porque considera ese su terreno es en él donde quiere plantearle una cuestión que lo tiene tan descolocado en mitad de su "crisis de los cuarenta o cincuenta...", como dice Pozo sobre el escenario.

La familia se plantea como "una gran cebolla" a la que ir quitando capas, "están las miserias, los trapos sucios, los reproches, hay llamadas a lugares comunes como la infancia, algo que une mucho", comentó Albert, cuyo reto ha sido "enganchar" al espectador con una historia en una única localización, sin burbujas, sin paréntesis. "Es todo muy orgánico, muy carnal y visceral, es difícil pero a mí se me pasa la hora y veinte que dura volando", agregó el director de la obra que tiene por delante doce funciones desde hoy hasta el 6 de mayo.

"Al principio planteé hacer un acercamiento más racional a Felipe y Juan, pero nos encontramos con algunos escollos para llegar a ellos y cambié de tercio, empezamos a trabajar desde la improvisación para aproximarnos al personaje emocionalmente, no racional, así los conocen y se los pueden llevar a su terreno", dijo Albert. Y una vez que eso sucede, "los tienes que dejar un poco porque ya son ellos los que están pilotando, dejarlos que respire y fomentando la química entre los dos actores".

A pesar de la diferencia de edad entre Miguel Guardiola y Paco Pozo, en el escenario son dos hermanos que no por ser diametralmente opuestos dejan de admirarse. "Lo que prevalece por encima de todo entre ellos es el amor, por lo que el mensaje resulta muy alentador y positivo", apuntó Albert, que ha tenido que acercar el texto del chileno para "saltar ese abismo cultural y traérmelo a cosas mucho más cercanas para que la gente empatice, hablo de Marbella y de lugares más cercanos".

"Lo que espero es que entretenga y que la gente se haga cargo de que en tiempos difíciles o cuando estás en crisis, la familia es una tabla de salvamento importantísima a la que agarrarse, creo que la única si me apuras, y nos debemos a ella", comentó el director. Para él "la monogamia es un pretexto para ahondar y hablar de otras muchas cuestiones". Aquellos que el público podrá descubrir en las próximas dos semanas.



Cristina Fernández

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