jueves, 1 de noviembre de 2018

Jaime Fernández, además, gana partidos


Marcó la canasta decisiva en los ultimos 13 segundos del partido.

El Unicaja llegó a superar al Fiat Turín por 20 puntos con un recital triplista, pero su fragilidad defensiva lo abocó a la angustia final


Algunos partidos son difícil de explicar. Harían falta varias páginas más para no dejarse detalles. Es complicado que el lector y un aficionado entiendan que el Unicaja firmase uno de sus mejores partidos ofensivos de la historia, pero que a punto estuviese de perder (104-105). Es extraño. Lo cierto es que nada en el choque de ayer se acerca a la normalidad. El caso es que el conjunto malagueño sumó un triunfo más en un encuentro presidido por un increíble recital anotador. Ganó gracias a una canasta de Jaime Fernández a falta de cuatro segundos para el final. El techo del jugador madrileño no parece tener límite a tenor de lo visto hasta ahora. Cuando al Unicaja se le cerró el aro, se echó el equipo a la espalda y acabó ganando el partido con una gran penetración rodeado de brazos de los rivales.
104Fiat Turín
105Unicaja
PARCIALES
24-33, 24-29, 27-26 y 29-17
ÁRBITROS
Christoudolou, Ryzhyk y Nikolic.
CANCHA
3.100 espectadores en el Palavela de Turín.
Atrás quedaba un choque en el que el cuadro de Luis Casimiro llegó a ganar por 20 puntos, en el que anotó la friolera de 62 puntos al descanso, logrando 12 triples en los dos primeros cuartos y dando miedo por momentos. Pero la apuesta por el lanzamiento exterior tiene ese riesgo, de que a poco que el acierto se reduzca, puede convertirse en un problema. Fue lo que le pasó al Unicaja en la segunda parte y lo que permitió que el conjunto italiano remontase para llegar a los últimos segundos por delante (104-103). La victoria se escurría, pero Fernández apareció para sentenciar.

La actuación del madrileño (19 puntos y 5 asistencias) fue clave, pero entre los grandes números del partido conviene destacar los 14 de un resucitado Dani Díez. Es una buena noticia que el madrileño vuelva a tener sensaciones positivas después de un mal comienzo de temporada. Y el Unicaja sigue ganando, divirtiendo y ganando solidez como equipo, porque así se sacan adelante finales igualados como el de ayer.

Los detalles del partido

La puesta en escena en Turín fue perfecta. Plena de acierto, con un juego dinámico y totalmente ofensivo, no tardó el Unicaja ni un segundo en quitarse la presión que preside los primeros minutos. Ytampoco tardó en comprobarse que veía el aro rival como una piscina, especialmente Wiltjer, que firmó un primer cuarto soberbio con 13 puntos. El canadiense y Salin abrieron las hostilidades desde la línea de tres puntos en lo que iba a ser un bombardeo sin piedad desde la línea de 6,75. Las canastas de tres se sucedían y hacían estéril el juego del rival. El Fiat Turín aguantó como pudo a un Unicaja lanzado que a los cinco minutos ya había anotado 21 puntos. El primer cuarto se cerró con un contundente 24-33, que no ocultó evidentes errores defensivos del Unicaja.
Pero claro, ante el recital ofensivo que estaba ofreciendo el equipo malagueño había poco que decir. La presencia de Shermadini dio más equilibrio al juego con menos abuso del triple, ahora también llegaban puntos por dentro con el georgiano imparable. El equipo italiano estuvo noqueado por momentos cuando dos nuevos triples de un Dani Díez certero que elevaron la renta a los 20 puntos (37-57). Fue el madrileño el que cerró el recital anotador en la primera parte del conjunto Casimiro con un nuevo triple (48-62). El Unicaja acababa de firmar la mejor marca anotadora al descanso en un partido europeo y la tercera mejor de su historia si se incluyen los partidos de la Liga ACB. Increíble. Lanzó y anotó más de tres (12/22) que de dos (11/15).
Un primer arreón del Turín hizo que Casimiro parase el partido en el arranque de la segunda parte, pero su equipo se repuso de forma automática con un parcial de 0-7 que le devolvió una cómoda ventaja 53-69. La dinámica anotadora del partido se había frenado y el Turín no terminaba de descolgarse pese al dominio malagueño. Un parcial de 10-0 de los italianos apretó el choque (71-79) y Casimiro tuvo que volver a reordenar a los suyos. Las señales que ofrecía el juego ya no eran tan buenas pese a la ventaja. La respuesta del Unicaja llegó con dos triples seguidos, cómo no, esta vez de Salin y Waczynski y el tercer cuarto se cerró con 15 puntos de renta (75-88). El conjunto italiano no se rendía y el Unicaja perdió su mejor arma en el momento menos oportuno. Se obcecó con los triples y en ese intercambio de canastas incesantes que presidía el choque, la sequía le llevó a encajar un parcial demoledor (21-8) que hizo que su rival se pusiese por delante (95-95) a cuatro minutos para el final. La mejor defensa del Turín y el gran acierto de Carr y Wilson fue clave, pero también la buena dirección del veterano Poeta. Los últimos segundos del choque fueron frenéticos, y ahí emergió la figura Jaime Fernández para rescatar al Unicaja. Con 13 segundos por jugar y 104-103 en el marcador, el madrileño firmó una penetración imposible para lograr la canasta de la victoria.

Juan Calderón
Diario Sur

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