miércoles, 7 de agosto de 2019

Columna Roja ... por Pablo Aranda



El mundo es un lugar seguro aunque seguro seguro no hay nada en el mundo


La Junta se plantea cobrar la entrada a los monumentos. Ya la cobra, pero sólo a los extranjeros. A los extranjeros extranjeros, o sea: de fuera de la Unión Europea. Los extranjeros extranjeros sólo constituyen un 10% del total de visitantes y, en los monumentos de la provincia de Málaga en los que se aplicaría la medida, pagan 1,5 euros por la entrada, que mucho no es. Nosotros, con lo españoles que somos para algunas cosas, seríamos tratados como extranjeros y deberíamos pagar 1,5 euros. Es una cantidad por la que todavía nos agachamos si se nos caen las monedas, pero no supone un sacrificio. No todo tiene por qué ser gratis y en algunos de los monumentos más visitados ya se cobra. El monumento más visitado de España es La Alhambra. El monumento más visitado de Londres es la Tate Modern, donde el domingo pasado un adolescente tiró desde un décimo piso a un niño francés de 6 años al que parece que no conocía de nada. En Madrid un hombre empujó el viernes a un joven a las vías del metro cuando el tren entraba en la estación, y tampoco se conocían. Que se conocieran no cambiaría nada, a no ser que fuese un ajuste de cuentas entre sicarios, lo cual no estaría mal pues todos los que no seamos sicarios quedaríamos excluidos de la posibilidad de haber sido los empujados al metro. Quieren encontrar la causa y ojalá no la encuentren porque el mundo estaría perdido cuando encontrase una causa por la que tirar a un niño de un décimo piso. Un señor de Murcia mató a finales de julio a su hijo de 11 años cuando debía llevarlo con su madre y después se ahorcó. El mundo está un poco perdido, pero ya que estamos aquí lo mejor es seguir. La semana pasada un hombre empujó en Alemania a una mujer y a su hijo de 8 años a las vías cuando pasaba el tren. La mujer pudo escapar y seguramente ahora querrá no haber escapado, como la madre del niño de 11 años. Un hombre español tiró a su mujer de la Torre Eiffel en 1963 en el único episodio similar documentado. La mujer se llamaba Dolores y el hombre fue detenido en 2011 en Torremolinos por matar de un tiro a los 79 años a un hombre que estaba sentado en un banco.


El mundo, éste, es un lugar seguro aunque seguro seguro no hay nada en el mundo. Nos ha tocado vivir en la parte buena, llena de rincones hermosos y de monumentos por cuya entrada pagaremos pero sólo un poco. No podemos ir con miedo aunque cualquier día la vamos a tener con un patinete y podemos ser nosotros. Un poco de miedo no viene mal. El mundo, éste, el bueno, está lleno de lugares seguros aunque también de gente empeñada en que no lo sea. El metro de Copenhague es seguro y nadie puede empujar a nadie, aunque un inventor danés descuartizó a una mujer en un submarino. Quería hablar de monumentos y todo se ha llenado de sangre, perdón.  

Pablo Aranda



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