sábado, 21 de septiembre de 2019

La Zona Azul ... por Pablo Aranda



Aparcar es una odisea en el espacio. Cuando todos tengamos un patinete eléctrico o usemos comunista y cristianamente el patinete más cercano no habrá que dar vueltas por el barrio, pero mientras qué. En La Unión, que a pesar del nombre cuenta con varias asociaciones de vecinos, el Ayuntamiento ha intentado por tercera vez en los últimos años implantar (casi digo implementar) la zona azul aunque al final no. Los comerciantes reunieron hace 4 años dos mil doscientas firmas a favor, y los vecinos han reunido mil quinientas de rechazo y una brocha. Comprados los parquímetros y pintada la zona azul con protección policial, un vecino con premeditación, alevosía, nocturnidad y la brocha pintó blanco sobre azul y por la mañana todo estaba como antes. Al final el Ayuntamiento ha rectificado (de serbios es rectificar) y ha optado por la paz social.
La paz social es importante y se pueden adoptar otras medidas, como abaratar el precio de los aparcamientos públicos, por el lado del Ayuntamiento, y comprar menos coches, por el lado de los vecinos y la brocha. No nos cabe en la cabeza una familia sin coche, aunque ya nos va cabiendo que con un coche en casa basta. Ribera, con b, ministra del ramo, hizo declaraciones ambiguas y ya no compramos coches, lo cual es malo para la industria pero bueno para nuestros bolsillos y para el planeta (azul, por cierto). Es bueno no tener coche si hay una estupenda red de transporte público y en eso estamos. Rivera, con v, le escribió una carta a Sánchez anteayer. Ya no se escriben cartas, así que hay que valorar el gesto de Rivera con v.

El problema de los aparcamientos, como el de tantos asuntos, es la dificultad para contentar a todo el mundo. Somos muchos y queremos aparcar cerca. Peor que el problema del aparcamiento es el de los vehículos mientras no están aparcados. Algunos vehículos. Es muy probable que en pocos años se solucione cuando el cielo se nos llene de drones. Hay gente que tiene mucha prisa y entonces acelera. Si hay un radar no, pero si no hay un radar sí. Cuando el cielo se llene de drones habrá que regular su circulación. Todos los espacios circulables tienen problemas. Un caza del ejército se estrelló en la Manga del Mar Menor y un barco cazaminas que acudió a rescatarlo encalló. El comandante Marín murió y el capitán Miró no vio que tocaba fondo y lo han cesado. El barco sigue siendo un barco pero ha perdido su característica principal: ya no flota. Se va a usar para proveer de piezas a otros barcos que sí flotan.


Volviendo a La Unión alguien debería cotejar las dos listas de firmas enfrentadas porque seguramente habrá algún nombre repetido, vecinos que no saben decir que no y firman lo que les pongan por delante. El señor de la brocha o es impulsivo o de ideas firmes. Hace unos años un muchacho pintaba mobiliario urbano de dorado. Quedaba mejor que el verde oscuro pero no podemos ir con la brocha cargada. Todo se arregló en una reunión y se aparcaron los problemas. Por ahora.


Pablo Aranda 
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