La Fundación de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha seleccionado al malagueño Ernesto Aurignac como pieza clave para «internacionalizar el jazz español». El Teatro Rialto de Valencia será el escenario, entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre, de JazzEñe, tres jornadas en las que autores y músicos ofrecerán conciertos en formato showcase al público asistente, del que formarán parte un total de 15 directores y programadores de festivales europeos, interesados en conocer la realidad del jazz español. Además, se organizarán encuentros entre directores de festivales y programadores de jazz europeos, invitados por la Fundación SGAE, y managers de autores y grupos, para fomentar así nuevas vías de colaboración entre ellos.
«Es una plataforma para que programadores de jazz europeos conozcan nuestra música y nos programen en sus festivales. ¡Con que salga un bolo en el Festival de Jazz de Marciac me conformo!», nos cuenta el saxofonista, uno de los instrumentistas más activos de la escena jazzística española... Por cierto, ¿hay un jazz español? «¿Jazz español?... No sé. El jazz español puedo reconocerlo cuando escucho la música que escribe Perico Sambeat, cuando oigo el piano de Albert Sanz, cuando escucho la música de Javier Colina, cuando suena la flauta de Jorge Pardo, cuando oigo el saxo tenor de Jesús Santandreu, cuando Chano Domínguez toca el piano, cuando Jorge Rossy hace sonar su batería. Es la identidad del sonido de músicos que alcanzan una voz única y propia, reconocible al segundo uno, la que le da características propias a la música que suena a través de sus instrumentos o composiciones. Ya es cuestión de querer pensar en nacionalidades o no», asegura el malagueño.... Por cierto, ¿hay un jazz malagueño? «Jazz malagueño... No sé. El jazz malagueño puedo reconocerlo cuando escucho a Pascal Morente tocar con su piano Los pajaritos, cuando suena la música de José Carra, cuando escucho la flauta de Fernando Brox y de Alejandro Escalera, cuando oigo el contrabajo de Francis Posé, cuando Enrique Oliver sopla su saxo tenor, cuando escucho la trompeta melancólica de Iván González, cuando suena la flauta de Agustín Carrillo y la guitarra de Carlos Pino. Es la identidad del sonido de los grandes músicos la que le da una forma característica a la misma. Todos estos hacen jazz y son malagueños».
La participación en JazzEñe es una de las miles de actividades que atiborran la agenda de Ernesto Aurignac, un hombre que siempre mira hacia adelante, hacia el siguiente solo, hacia el siguiente grupo, hacia el siguiente concepto... «Lo que haces hoy se queda antiguo mañana. La sensación que te produce algo novedoso y mágico no es la misma días después de haber sucedido. Siempre estoy creando, escribiendo, tocando, estudiando, imaginando, y no puedo dejar mi mente en blanco, me cuesta muchísimo no tener la psique muy activa. El camino y la búsqueda es eterna, siempre intentando mejorar el sonido, la música, el conocimiento, los proyectos, la vida. Me gusta estar activo, no paro de viajar y estoy involucrado en muchos proyectos musicales entre otras cosas porque sólo se vive una vez y tengo muchos sueños aún por cumplir e infinitas cosas por aprender».
Por eso, cuando uno le pregunta a Ernesto Aurignac por sus proyectos prologa su respuesta con un «Vale, ¡allá voy!». Pues allá vamos: «Voy a empezar la gira por España de Ernesto Aurignac plays Charlie Parker with Strings, y ya estamos en conversaciones con cuatro orquestas españolas muy interesadas, y por Asia (¡aún no puedo desvelarlo!)...». ¿Y no la podría tocar aquí, en su tierra, con la Orquesta Filarmónica de Málaga? «Imagino que es complicado primero porque no es una obra conocida por el mundo clásico, y también porque no se acostumbra a programar jazz con una orquesta de música clásica. Ojalá algún día escuchen esa obra magna de la historia de la música y decidan programarlo en sus temporadas de conciertos porque es un proyecto realmente único y ¡brutalmente excitante y emocionante!. Además el concierto llenaría el Teatro Cervantes de aficionados de jazz y de clásico. Sería un acontecimiento mágico, esos arreglos son de otra galaxia, y ¡tengo las partituras originales! ¡No se gastarían ni un euro en partituras!». Ahí lanzamos el guante...
Sigamos con los proyectos, Ernesto: «Mi segundo disco con mi quinteto, Anunnakis, va a presentarse por toda Europa en los próximos meses. En noviembre saldrá mi tercer disco al mercado en formato de trío con contrabajo y batería, Ernesto Aurignac Trío plays Standards vol.1. Desde Madrid se han interesado en el proyecto UNO de mi Orchestra y espero confirmar una grandísima noticia en breve que tiene que ver con un estreno y el nacimiento de DOS. A partir de septiembre empezamos a rodar el proyecto MAP (Mezquida-Aurignac-Prats) por toda España. A finales de enero grabaré mi cuarto disco con la banda más increíble que puede tener un músico de jazz en nuestra época, aún estoy alucinando, lo grabaremos en Madrid...». No puede desvelar nada todavía. Tampoco de su primer proyecto cinematográfico: «Mi música sonará en una peli que se verá en todos los cines». Ah, y el curso que viene será un año más profesor en el Centro de Artes y Música Moderna Maestro Puyana (CAMM)». Además de una aventura particularmente ilusionante: «¡Me mudo de casa! Tengo un sótano gigante sin vecinos a los lados y voy a montar un local de jazz privado donde montaremos inolvidables e interminables sesiones de jazz privadas». ¿A alguien le extraña que la SGAE haya elegido a Ernesto Aurignac como embajador del jazz español?
Leído en Diario La Opinion
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