Otra muerte política anunciada en el PSOE de Málaga. La candidata de las no primarias en el verano del 2010, María Gámez, que no dimitió cuando meses después perdió tres concejales, abandona ahora el Ayuntamiento de Málaga. Lo suyo no era la política, de la que no tenia ni idea ni aprendió. Tampoco que la gestión del grupo municipal estuviera mermada por la cualificada presencia de Carlos Hernández Pezzi, Anabel Cerezo o Cristina Guerrero, a los que tras apuntarse como fichajes estrellas, apartó de inmediato del grupo municipal socialista para sustituirlos por miembros del aparato.
Tuvieron que aparecer los emergentes en las elecciones municipales del 2015 para quitarle la mayoría absoluta al PP. Y como en el PSOE de Málaga, dirigido por el comi-trágico tándem, Heredia-Conejo, hace tiempo que aunque subsistan, porque no tienen otra opción de vida, no piensan, tampoco reflexionaron que eso podía ocurrir, poniendo a un o una dos potente en la lista electoral que hoy pudiera visualizarse como la cabeza de lista para las siguientes elecciones municipales de mayo del 2019.
La anterior candidata, Marisa Bustinduy, también se fue como líder de la oposición municipal socialista a menos de un año tras ser derrotada por segunda vez en las municipales del 2007. Aun se le está agradeciendo esa decisión por el aparato contra el compromiso que contrajo con los electores, permaneciendo como parlamentaria andaluza desde entonces..
Asi estará la derecha del PP, si no lo impide otro partido político, gobernando el municipio de Málaga hasta el siglo XXII, y al electorado socialista ¿quién va a tener credibilidad para pedirle próximamente el voto para el PSOE después de lo que están haciendo en Málaga sus impresentables dirigentes?
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