Aqui les dejamos la critica que nos remite Paula Martinez.
Troy
(Nicolas Cage), Mad Dog (Willem Dafoe) y Diesel (Christopher Matthew
Cook) son criminales recientemente salidos de la cárcel en la nueva
película de Paul Schrader, ‘Dog Eat Dog’.
El trío está intentando readaptarse a la sociedad y decide aceptar el
trabajo bien remunerado que les ofrece un mafioso: secuestrar el bebé
de un enemigo.
En
términos generales la película es un poco desastre. Pero bueno, vayamos
por orden. En primer lugar, la escena previa a los créditos iniciales me
pareció muy buena y prometedora. En ella, nos presentan a Mad Dog
y, por consecuencia, su drogadicción y tendencias homicidas. La escena
contaba con elementos que descubrían información sobre el personaje,
añadían tensión a la situación y aportaban a la narración.
Por ejemplo,
la abrumadora presencia del color rosa contrastado con la luz azul que
ocupa la pantalla cuando Mad Dog se droga, o la música intensa combinada
con cámara lenta para darle dramatismo a los últimos momentos… Los
únicos halagos que le daría a esta película serían hacia esta escena inicial, que está fantásticamente construida.
A partir de este punto, el resto de la película resulta inconsistente y, en ocasiones, irrelevante. Tras la susodicha escena inicial, nos presentan a Troy que
se convierte en el nuevo narrador. Aquí comienza una combinación de
flashbacks, voces en off, escenas en blanco y negro por… porque sí.
Además de una serie de sucesos que en muchos casos no tienen ningún tipo
de relevancia ni importancia para el desarrollo de la trama. En cuanto a
los personajes, hay un par de escenas o momentos en los que nos enseñan
aspectos de su personalidad, pero no les vemos complejidad, ni ningún
tipo de desarrollo a lo largo de la hora y media que dura el filme. Una
hora y media que parece mucho más, por cierto.
Cuando se introduce por fin la trama principal del secuestro del bebé, parece que va mejorando la cosa pero, tras unos minutos, la trama se pierde completamente
hasta llegar a un final onírico y absurdo, pasando por una larga escena
de diálogo entre Diesel y Mad Dog que resulta innecesaria. ¿Y aquello del bebé?, ¿qué bebé?, ¡oh, mirad, una persecución! La
supuesta principal línea argumental se hace secundaria, pero lo que
pasa al primer plano no tiene ningún sentido y se hace todo muy confuso.
La
película hace intentos de mostrar la dificultad que tienen los ex
convictos en readaptarse a la sociedad y de humanizar los problemas que
sufren, como el uso de drogas o la falta de dinero o el escrutinio de
los policías, pero no lo consigue, ya que no se centra en si quiere ser una crítica o artístico-pretenciosa o una peli de acción. Y no hace bien ninguna de las tres cosas.
A modo de resumen diré que ‘Dog Eat Dog’
podría resultar entretenida para algunos, ya que tiene su pizca de
humor, su pizca de acción, etc. pero creo que la mayoría estará de
acuerdo en que es incoherente y francamente olvidable.
Por: Paula Martínez del Cañizo.
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