El actor malagueño sigue su escalada en el cine español y se confiesa un «afortunado» con su papel en 'Villaviciosa de al lado', una comedia sobre un pueblo al que le toca un Gordo envenenado
Un día en Madrid con un programa de televisión, otro en Pirineos o Cádiz con un rodaje de película, unos cuantos en Sevilla con la serie y los fines de semana teatro en Málaga. La vida de Salva Reina se ha convertido en un carrusel que el malagueño lleva con la misma naturalidad de siempre. Aunque ahora que está todo el día de viaje, los amigos y la familia no dejan de encargarle que traiga lotería de allí y de aquí. «Claro, yo también meto», dice el actor que no quiere pensar en lo que lleva gastado los últimos meses. Todo lo contrario de su último personaje, Nino en ‘Villaviciosa de al Lado’, uno de los pocos del pueblo que no ha comprado la lotería envenenada que ha tocado a los lugareños que han pasado por el puticlub local. «Es que Nino s un inocente que no ha pisado ese local en la vida», advierte con una sonrisa Reina que, siguiendo con el tema, se siente un «afortunado» después de dos años imparables que culminan ahora con uno de los papeles protagonistas de esta producción que promete asaltar la taquilla desde este viernes y durante el próximo puente. «La verdad es que ya me ha tocado la lotería», reconoce el malagueño.
El director Nacho G. Velilla –responsable de taquillazos como ‘Perdiendo el Norte’ o ‘Que se mueran los feos’– y el equipo del filme presentaron ayer en Madrid esta película, en la que faltaron precisamente Salva Reina y Jon Plazaola, ya que se encuentran en Sevilla rodando la tercera temporada de ‘Allí abajo’. «Pero nos han dado el jueves libre –por mañana– para que no nos perdamos la ‘première’», señala el malagueño, que comparte protagonismo con Carmen Machi, Arturo Valls, Macarena García, Leo Harlem, Yolanda Ramos y la también malagueña Belén Cuesta.
Salva Reina, conocido por su apodo de ‘Chuki’, asegura que su personaje en ‘Villaviciosa...’ es el de un «niño grande que se ilusiona con todo lo que hace». El personaje, además de unirlo a un gran reparto, le ha traído algún aprendizaje, como montar en moto ya que su personaje va por el pueblo con una «vieja Rieju». «Sigo sin carnet, pero ya tengo una práctica que os doy una vuelta cuando queráis», bromea al actor que protagoniza una persecución a dos ruedas con su compañero de la serie ‘Allí abajo’, Jon Plazaola, como ‘paquete’.
Belén Cuesta, la anticotilla
Un pueblo es agraciado por el gordo de la lotería de navidad. Una lluvia de millones y de millonarios, pero nadie se atreve a decir que le ha tocado, porque las participaciones premiadas fueron distribuidas a través del club de alterne de la localidad. Esa es la carta de presentación de la desternillante historia de ‘Villaviciosa de al Lado’, película dirigida por Nacho G. Velilla y producida por Aparte y Atresmedia Cine. Según el cineasta, la película, que está inspirada en lo ocurrido con el sorteo de Navidad de 2013 en Quintanar de la Orden (Toledo), donde cayeron cuatro millones de euros que fueron repartidos en participaciones por un puticlub, explota la «hipocresía de la sociedad para provocar la risa» en los espectadores. Para ello recrea en Villaviciosa un «microcosmos» de lo que podría ser la conciencia de la España actual, con «todas sus luces y sombras». Todo eso conduce, según Carmen Machi, a una «doble moral» y al «miedo al que dirán» en un pequeño pueblo donde muchos han pasado por el club en cuestión. En el reparto coral destacan también Macarena García, una joven llega a Villaviciosa para trabajar en el puticlub y lograr salvar a su familia de la pobreza. Junto a ella se encuentra la malagueña Belén Cuesta, la novia del representante de la oposición en el ayuntamiento. Según explicó, forman una pareja que ha huido de la gran ciudad para estar en contacto con lo rural. Aunque va «con buena fe», no le gusta el «cotilleo» y la «falta de intimidad».
«La televisión es la que ha hecho que la gente se acuerde de mí», explica el malagueño que es uno de los descubrimientos de las directoras de casting Eva Leira y Yolanda Serrano, que también le echaron el ojo a Dani Rovira para protagonizar ‘Ocho apellidos vascos’ y que descubrieron a Reina en ‘La isla mínima’. Desde entonces, los papeles, especialmente los de comedia, solo han hecho llamar a la puerta de Chuki. «Pero no te creas que es fácil, el humor es lo más difícil de hacer, tiene sus matemáticas... como se diría en Málaga, hay que tener ‘pesqui’», asegura el actor, que también ha conseguido uno de los papeles principales de ‘Señor dame paciencia’, otra de las comedias que prometen pegar fuerte en la taquilla en 2017 y que se estrenará en el Festival de Málaga Cine en Español.
La agenda de Reina pasa, por el momento, por el rodaje de la serie de Antena 3 hasta finales de marzo, aunque en enero volverá al teatro Alameda con ‘En ocasiones veo a Umberto’ tras la buena acogida que he tenido este mes de noviembre la comedia dirigida por Álvaro Carrero. «El teatro me encanta y ver la gente en pie es gratificante», reconoce Salva Reina que siente algo más que pasión por las tablas, ya que hace unos años se convirtió también en empresario teatral con La Cochera Cabaret. Un paso que, paradójicamente, ha coincidido con el de su salto a los rodajes, producciones y series de ámbito nacional.
Además, Chuki es precandidato al Goya de cortos de ficción como protagonista de ‘Bla, bla, bla’, un filme del algecireño Alexis Morante y que espera que pase como finalista. Además, no sería descabellado que Reina figurara a los premios de la Academia como actor revelación por ‘Villaviciosa’. «¿Candidato?... eso son palabras mayores», zanja el actor.
Diario Sur
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