Citas ... por Manuel Mata

Un guardia de seguridad del Museo del Prado, detuvo, hace unos días, a un turista que llevaba diez horas ante “La Condesa de Vilches”, de F. Madrazo. Alegó en su defensa, que tenía una cita de amor con la señora, y estaba a la espera de recibir respuesta. Lo tomaron por loco.

Tengo un amigo que todos los viernes, al cerrar el banco donde trabaja, dedica la tarde a “recorrer altares”. Su mujer le regaló un walky talky para, a eso de las nueve, citarse en el bar donde se encuentre y rescatarlo como si se tratase de un marinero a la deriva.




Bob Dylan estaba citado el 10 de diciembre en Oslo para recibir un premio muy importante. No renunció al honor ni al premio en metálico, pero excusó su ausencia delegando en la embajadora norteamericana. ¿Genialidad o desfachatez?




A mediados del año que viene, Susana Díaz tiene una cita con el Destino. O con su destino. No sabe exactamente cuándo, ni dónde, pero sabe que irremediablemente la tiene. Lo dice su carta astral, decodificada tras los últimos acontecimientos vividos en el PSOE. El viento sopla a su favor (especialmente el Viento del Sur). Veremos.




Yo, desde mis profundas convicciones -todas arraigadas en la duda-, para este próximo año 2017 me conformo con tener las menos citas posibles, saber dónde me encuentro en cada instante, darme por satisfecho si no confundo el éxito con el talento, y conservar la lucidez para no molestar demasiado a mis vecinos con el saxofón.

Feliz Navidad.

Manuel Mata