lunes, 19 de diciembre de 2016

Obsolescencia Programada ... por Arturo Reque

QUE los cambios generacionales siempre suponen un encontronazo entre los que salimos de una etapa y los que llegan es algo inevitable -yo diría que incluso necesario-. Algo por lo que todos hemos pasado y que ahora ocurre con la juventud coetánea nuestra. Esta situación no es exclusiva de los que tenemos hijos sino que todos lo vivimos en múltiples ocasiones en nuestra convivencia diaria. Como ya expuse en mi artículo anterior me encuentro en una fase personal en la que trato de analizar las cosas desde otra perspectiva diferente a la que marca el tren conservador que tanta tranquilidad ofrece siempre que no te salgas de los raíles prefijados. Y como suele ocurrir, la casualidad ha hecho que estos últimos días un par de eventos hayan removido mi conciencia y me hayan puesto en modo reflexión.

El miércoles la asociación Marbella Activa celebró una interesantísima charla-debate en el Hospitalillo bajo el título 'Capital creativo o cómo afrontar con garantías los retos del cambio desde la creatividad' donde Ángel Matas (CEO & General Manager Creativenomics) expuso magistralmente cuál es la situación que se está produciendo ya en el mundo empresarial y cuál es la tendencia de los próximos años, sino días o meses, ya que un año es historia en el baremo actual de la inmediatez. Demostró como no se puede seguir con los rígidos planteamientos cartesianos en la era de la tecnología digital y que seguir dándole la espalda a esta realidad es actuar como el avestruz ante lo que nos produce miedo -miedo a lo desconocido o a lo que no llegamos a entender, pero que los 'nativos digitales' llevan en sus genes-. La transformación debería estar produciéndose a todos los niveles, pero son los nuevos emprendedores los que realmente lo tienen en cuenta. Más difícil, pero incluso más necesario, sería que la Administración lo tuviese en su horizonte y estuviese replanteándose ya su reorganización, especialmente para adaptarse a las nuevas demandas y ganar en eficiencia, pero, desgraciadamente, esto aún suena a ciencia ficción.

El otro acontecimiento que se ha cruzado en mi camino ha sido la celebración de la 'Feria del Manga' (Marbecon) en el Palacio de Congresos. Cientos de jóvenes con las más variopintas vestimentas que en muchos casos representaban personajes conocidos de sus series de éxito; un ring donde se desarrollaban combates con espadas de goma, 'youtubers' con miles de fans por 'originales' actuaciones 'online', juegos digitales de todos las variedades y mucho colorido en general. Pura diversión adolescente (para la envidia de algunos maduritos que nos acercábamos por allí). Curiosa experiencia para conocer y reconocer que los jóvenes piensan de otra manera y tenemos que aprender a aceptarlo. Todos lo hemos sido y deberíamos pararnos a reflexionar sobre nuestra negativa percepción de los actuales


Concluyendo, nos encontramos al borde de un abismo generacional del que no tienen culpa los jóvenes que caminan por nuestras calles con los pelos de colores, medias a rayas, pantalón a la altura del bajo glúteo o roto por cada pliegue moviendo ágilmente sus dedos por smartphones 4G sin levantar la cabeza de la pantalla. ¿Ya no nos acordamos de que nosotros también fuimos hippies, rockers, heavies, punkies.? ¿De que también nos revelamos contra nuestros padres por la simple razón de serlos y desafiábamos las leyes que nada tenían que ver con nosotros, jóvenes inmortales? ¿De que la tele nos hipnotizaba y los videojuegos nos retiraron poco a poco de la calle? Incluso mirando un poco más atrás ya lo decían The Buggles: 'Video killed the radio star' allá por el 1979.

Me imagino que no les he convencido de nada, ni era mi intención, pero no olviden una cosa, detrás de todas esas empresas tecnológicas multinacionales que todos conocemos y que nos facilitan las comunicaciones y el alcance a un conocimiento casi infinito -y otras tantas cosas menos positivas- se encuentran miles y miles de jóvenes de estas características. ¿Quiénes somos los 'raros'? ¿Estamos en nuestra obsolescencia programada?
Arturo Reque

No hay comentarios:

Publicar un comentario