–Asegura que va a ser la conferencia con menos palabras de la historia...
Así es. Voy a hablar poco. Va a ser una conferencia
multimedia, donde va a haber proyecciones de vídeo con representación de
viñetas y yo voy a dibujar en directo. Voy a hablar seis ratitos.
Hablaré con mis dibujos. La excusa que me puse para aceptar la
conferencia fue pensar que los carnavaleros y yo hacemos cosas
parecidas: ver la realidad con prismas diferentes, con la lógica del
humor y de forma disparatada. La diferencia es que ellos lo hacen en un
momento del año y con música, y yo durante todo el año y con dibujos.
–¿Qué pensó cuando le propusieron dar la conferencia?
–Me sorprendió un poco, pero pensé que era un ‘embolao’
nuevo. Creo que lo más difícil es dar con la clave de lo que quieres
hacer, encontrar la excusa para enganchar al público. Y yo decidí que
voy a contar la historia de seis malagueños que tienen que ver con el
carnaval, que están casi olvidados por la historia y de alguna manera se
disfrazaban.
–¿Qué personajes va a dibujar?
–Voy a empezar con el rondeño Abbás Ibn Firnás, que fue el
primer hombre que voló en la historia de la humanidad. Fue un científico
del siglo IX muy importante de su época e incluso un cráter de la luna
lleva su nombre. Él se disfrazó de pájaro. Luego dibujaré a Nita
Carmona, que fue una señora que nació en 1807 y se disfrazaba de hombre
porque su pasión era jugar al fútbol y no le dejaban. Fue una gran
defensora de la igualdad. El último será un héroe cotidiano de la Málaga
actual, como ocurre en las viñetas de héroes anónimos olvidados que
publico en Diario SUR. La conferencia estará dividida en seis bloques,
en los que se reflejará la actualidad y se recordará a malagueños que
han hecho algo importante.
–¿Ángel Idígoras es carnavalero?
–No especialmente. En 1997 tuve un contacto con el carnaval
porque Pepelu Ramos me encargó el cartel. Anteriormente, cuando estaba
en Madrid, alguna vez salí disfrazado con los amigos en la época de la
movida. Tengo un hijo que se disfrazaba siete veces al día, era su
pasión, y a lo mejor viene de ahí (risas).
–¿Qué es lo que más le atrae del carnaval?
–Aunque todos son diferentes, y no es lo mismo el de Málaga
que el de Venecia, me gusta la posibilidad de convertirte en otra
persona distinta a la que eres. Cuando te disfrazas puedes desarrollar
otros aspectos de tu personalidad. El carnaval te permite sacar aspectos
tuyos que permanecen ocultos por mecanismos de defensa, por prudencia, o
por lo que sea.
Un mundo tras la realidad
–En el fondo, usted también se esconde detrás de sus dibujos.
–Soy un poco como los murguistas, que son héroes anónimos
que salen disfrazados y son irreconocibles. Por ejemplo, en mis viñetas
veo la realidad desde un punto de vista diferente al vuestro: yo veo un
mundo debajo de la realidad que está subyacente pero es paralelo. Y los
carnavaleros se dedican a esto.
–Jugando un poco a videntes, ¿cuáles son los temas que más juego podrían dar en el próximo concurso de carnaval?
–No sé lo que harán los carnavaleros, pero si me guío por
mis viñetas supongo que aparecerán el alcalde y Cassá, la irrupción de
Podemos... A mí me ha dado mucho juego el cambio de ubicación de la
estatua del marqués de Larios, el metro... En la ciudad hay muchos temas
que pueden aparecer. Por ejemplo, en deportes, mi hermano Pachi lo
tiene ahora muy fácil con el jeque.
–¿Vivirá el carnaval de este año?
–Sí, ya he participado en los actos previos y tengo ganas de
ir al teatro para ver el ambiente que se vive allí. Aunque en realidad
yo estoy con el carnaval mío todo el año.
–¿La realidad tiene mucho de carnaval?
–Qué pregunta más difícil. La realidad siempre da juego para
darle la vuelta y buscarle el lado humorístico, por eso dependemos
mucho de los personajes que surjan en cada momento. Hay personajes con
los que puedes jugar más o menos. Por ejemplo, en política echo de menos
figuras que den más titulares como hacían Celia Villalobos, Jesús Gil o
Fernando Puche.
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