'No sé decir adiós', el drama familiar que retrata la desgarradora despedida entre padre e hija

Lino Escalera presenta un filme que ha dirigido y coescrito junto a Pablo Remón, protagonizado por Juan Diego, Nathalie Poza y Lola Dueñas
Lino Escalera ha debutado en la Sección Oficial del Festival de Málaga con el drama No sé decir adiós, que ha dirigido y coescrito junto a Pablo Remón. Lo protagonizan Juan Diego, Nathalie Poza y Lola Dueñas, que se ponen en la piel de dos hermanas que no se hablan entre ellas desde hace años. Ambas mantienen una relación muy complicada con su padre, José Luis, enfermo terminal.

Aunque Carla vive en una situación de negación por el estado de salud irreversible de su padre, decide sacarle de su pequeño pueblo de Almería para llevarle a Barcelona con la esperanza de poder someterle a un tratamiento que consiga su cura. Al principio Carla se niega a afrontarlo, pero después toma la decisión de sacar al hombre de su pequeño pueblo de Almería para llevarlo a Barcelona, convencida de que allí podrán encontrar una cura. Comienzan un viaje para escapar de la muerte y recuperar el tiempo perdido con escenas catárticas y desgarradoras.

Como ha explicado su director en rueda de prensa, Lino Escalera, ha investigado durante mucho tiempo los lazos afectivos de una familia para retratar de la forma más realista cómo funciona la comunicación entre ellos, cómo afrontan una situación dramática. Por este motivo, los actores han tenido una complejidad impresionante para interpretar a los personajes del largo. El resultado ha logrado ser un drama que conmueve y que se agarra al alma, ha expresado Poza.

Por otra parte, Juan Diego ha explicado que Escalera ha conseguido narrar el dolor de una forma que llega a todos los espectadores, quienes se sienten identificados con los personajes y llegan a sufrir como ellos, sobre todo a la hora de negarse a afrontar que padre e hija finalmente no tienen más remedio que despedirse. Por esta razón, en el guion también juegan un papel importante la conexión entre la muerte y la esperanza, muy presentes en la acción de toda la cinta. Otro mensaje que ha querido transmitir el director consiste en plasmar cómo la muerte es capaz de unir a los familiares, a pesar de las diferencias que puedan existir entre ellos. Les hace despertar y priorizar sobre los problemas realmente importantes, olvidándose de ellos mismos.