‘El otro lado de la esperanza’ ha sido la tercera película del mismo director proyectada esta semana en el Cine Albéniz de Málaga, un reducto romántico y casi anacrónico del cine de autor en versión original que sobrevive a la manzana de Antonio Banderas, el Pimpi y las paellas precocinadas que ya lo invaden en esta catastrófica gentrificación del centro histórico de casi todas las ciudades españolas. Ya vendrá Kaurismäki a rodar algo cuando la burbuja estalle y seamos un decorado de Walkind Dead a lo Torremolinos. Más feo seguro que ese gélido Helsinki.
Disquisiciones al margen, Kaurismäki vuelve a dar en el clavo con una película que no sólo reúne todas sus características y a algunos de sus actores fetiche sino que se presenta en la actualidad como un aldabonazo en la conciencia de la hipócrita Europa. La que va de acogedora y expulsa a refugiados sirios por la puerta de atrás saltándose las leyes internacionales y hasta las más básicas razones de humanidad.
Va sobre un refugiado sirio precisamente la historia. Su difícil aclimatación a la cultura nórdica y la deshumanización y violencia que se ejerce sobre estos seres que ya vienen de una auténtica odisea digna de ser filmada como segunda parte de ‘América, América’. A pesar de todo, también hay un elemento positivo de salvación del ser humano en su narración al darse de bruces con algo que a veces pasamos por alto; y es la solidaridad entre los mismos inmigrantes, los desheredados y los inadaptados. Esa ralea que compone buena parte de su reparto y que actúa casi como una comuna ingenua, candorosa pero ilusionante en la esperanza de que los pobres heredarán el paraíso.
Hay a lo largo de la película muchas metáforas de gran belleza como que el refugiado llega impregnado de algo parecido de hollín por haberse escondido en un contenedor de esto en la barriga de un buque mercante. Representa la vieja inmigración que una vez que se ducha y se quita esa suciedad es más blanca pero igualmente tratada como aquellos.
También hay anécdotas como la del perro que recibe el nombre del protagonista de ‘Luces al atardecer’, Kostionen, que la pasaron el martes con gran éxito de público selecto y un inaudito transportista que se la juega para meter inmigrantes clandestinos sin recibir nada a cambio. En este sentido, provocadora y mordaz, invitando a que nos sublevemos ante tanta indiferencia política.
Para terminar, reincidiría en el hecho de que si no falta un pitillo en casi nadie de la película se echa de menos esos tangazos argentinos que los finlandeses defienden como propios en un mayúsculo ejercicio de humor que casi provoca a los argentinos. Y es que en este rincón del fin del mundo sostienen, Kaurismäki y su hermano sobre todo, que fueron los finlandeses los inventores de tal música y que los barcos de atunes los acercarían al hemisferio austral. Siendo una teoría propia del sarcasmo y la güasa infinita del director nórdico no deja de ser verdad que esta música y estos bailes son tan seguidos allí como en Japón el flamenco.
El otro lado de la esperanzaSala 1. Cine Albéniz
Título Original: Toivon tuolla puolen
Director: Aki Kaurismaki
Año: 2017
Nacionalidad: Finlandia
Idioma: Finés, sueco, árabe y castellano
Duración: 98 min.
Género: Drama
Intérpretes
Kati Outinen, Tommi Korpela, Sakari Kuosmanen, Janne Hyytiainen, Ilkka Koivula, Kaija Pakarinen, Nuppu Koivu, Tuomari Nurmio, Sherwan Haji
Sesiones hasta el 13 de abril: 16:30h | 20:15h | 22:00h
98 min. | Finlandia
Drama
V.O.S.E.
Calificación; ♠♠♠♠ (sobre cinco).
Francis Marmol . http://www.castillodelingles.es/2017/04/08/quien-no-se-echa-al-tabaco-con-kaurismaki/
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