El partido entre el Unicaja y el Olympiacos no fue apto para cardíacos.Quedaban 18 segundos para el final de la prórroga y el marcador reflejaba empate a 85. El Unicaja había defendido con uñas y dientes y Nedovic botaba el balón para la jugada que iba a decidir el choque.
El serbio esperó hasta que quedaban cinco segundos para el final para iniciar su penetración, la defensa del Olympiacos se cerró sobre él y pasó a Augustine, que a cuatro metros del aro, ejecutó un lanzamiento perfecto para adelantar a su equipo. Quedaban dos segundos por jugar, pero el triple lejano de Strelknies ya no entró. Augustine levantaba los brazos de alegría y el Palacio al fin celebraba la victoria en un final igualado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario