El científico del CSIC y Premio Príncipe de Asturias afirma en una charla que el proceso de envejecimiento se puede detener
¿Alcanzará el ser humano alguna vez la inmortalidad? Ese fue el tema sobre el que giró la charla pronunciada ayer en Málaga por el científico Ginés Morata, Premio Príncipe de Asturias en 2007 y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «En un futuro, el ser humano podría llegar a vivir 600 o 700 años», aseguró Ginés Morata a este periódico en unas manifestaciones realizadas antes de dictar una clase magistral dentro del curso sobre medicina genómica y asesoramiento genético, organizado por el Colegio de Médicos de Málaga y la Escuela Autónoma de Dirección de Empresas (EADE).
Si ahora el techo de la vida humana oscila entre los 110 y 120 años, en un futuro, y aplicando avances biológicos y genéticos, se podría llegar a los 600 o 700 años, en caso de que la sociedad así lo quisiera y que políticamente se aceptase, ya que habría que cambiar muchos asuntos como, por ejemplo, el relacionado con la Seguridad Social, señaló Morata. «En principio, lo que hay que lograr es que el proceso de envejecimiento sea mucho más lento para lograr que, si no eternamente joven, el ser humano se pueda mantener joven mucho más tiempo», explicó el científico.
«Esto será posible algún día si se considera que es conveniente. Si se puede hacer en moscas, en gusanos y en otras especies, ¿por qué no también en el hombre?, teniendo en cuenta que compartimos muchos genes con otros animales. Otra cosa es que se quiera hacer o no», indicó Morata. Ante la pregunta de ¿cuándo podría vivir el hombre mucho más tiempo?, respondió: «Potencialmente, creo que será posible en un horizonte no muy lejano: 50 o 100 años». El científico precisó que la sociedad será la que tendrá que decir si está dispuesta a esos cambios o no. «Nadie quiere morirse. ¿Por qué va a ser imposible que una persona viva 600 años? Yo, personalmente, quiero vivir mucho más», manifestó.
En referencia a la inmortalidad, puso de relieve que desde un punto de vista científico se podría llegar a vivir mucho más basándose en lo que se conoce de la biología humana y animal. «No digo que la inmortalidad sea imposible, aunque no sea ahora. El sueño del ser humano es conseguir la inmortalidad», apostilló este prestigioso científico.
En ese sentido, significó que las investigaciones sobre genética molecular han permitido multiplicar la vida de determinados seres vivos. Y citó que la ciencia ha logrado que un gusano viva siete veces más tras manipular los genes implicados en su envejecimiento. Por tanto, «si se hace ese proceso en el ser humano, ¿por qué no se podría llegar a vivir 600 o 700 años?», se preguntó Morata.
Este científico, además del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha recibido distintos galardones a lo largo de su trayectoria profesional. Nacido en 1945 en Rioja (Almería), acaba de ser nombrado Foreign Associate de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Diario Sur
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