Una Mujer Compleja
Viernes, 9 noviembre, 19.00 h. Centro cultural Renfe, c/ Poeta Muñoz Rojas, 3
Domingo, 25 noviembre, 19.00 h. Centro Ciudadano Puerta Blanca Avda. Gregorio Diego, 20
Viernes, 26 octubre, 20.00 h. Centro Servicios Sociales Comunitarios, c/ Maestro Usandizaga, 15
Domingo, 9 diciembre, 19.00 h. C. Servicios Sociales Comunitarios Puerto de la Torre, C/ Lara Castañeda, 61
Viernes, 7 diciembre, 19.00 h. Centro Ciudadano Félix Ariza, c/ La Sonata, 2
Texto: Antonio Zafra | Caricatura: Jesús Román | Fotos: Alicia Rodríguez Meléndez
De cómo una buena monologuista con un guion certero, un micro y unos focos te encandila durante casi una hora
Monólogo cómico de la actriz Laura Ortiz, dentro del programa del ayuntamientoCultura y más… en tu zona.
El pasado domingo 14 a las 19 horas hubo una nueva oportunidad de disfrutar de la cultura en los equipamientos del Ayuntamiento de Málaga ubicados en los barrios y que en su mayoría se me antojan infrautilizados. Esta vez, el salón de actos del Centro Ciudadano Antonio Sánchez Gómez en la zona de Nueva Málaga.
El programa, Cultura y más… en tu zona se desarrolla por todos los distritos de Málaga hasta fin de año y éste es el enlace a la programación. Las funciones son de acceso libre y gratuito hasta completar aforo.
Una Mujer Compleja
Pues el domingo casi se llenó el salón para ver a la monologuista pese al tiempo.
La tarde era fresquita. Los suelos encharcados cubiertos por hojas de árboles, bolsas de plástico y cualquier cosa susceptible de ser revoleada por “Leslie”, el huracán convertido en borrasca que nos visitó este fin de semana. Un día “regulero”. Para animar a salir a ver a Laura Ortiz me llega durante la mañana del domingo por Facebook un mensaje que dice: “Aviso: no sois efervescentes, podéis ir a ver a Laura Ortiz sin disolveros” Con este aliento y armado con una mochililla donde dormía, cual cría de canguro, un paraguas plegable me planté allí y me topé con Laura que estaba en la entrada conversando con su amigo Jesús Román, que al cabo de unos minutos presentaría al público el espectáculo.
Laura, para el que no tenga la suerte de conocerla, es maestra de audición y lenguaje, monologuista (por supuesto), animadora, actriz y escritora. Como escritora recuerdo ahora un bonito cuento:Niños y niñas, peatones que aún voláis que escribió ella e ilustró Jesús Román. Como actriz, animadora o monologuista, vamos: como “teatrera”, por resumir, lo que caracteriza a Laura es el toque original que le da a sus espectáculos. Por ejemplo: Tiene un espectáculo de cuenta-cuentos que se llama Peluquería Paqui: ella cuenta cuentos mientras peina a los churumbeles.
Y hablar del monólogo… ¿“pa” cuándo?
El monólogo fueron 50 minutos en los que el público no paró de reír. El texto escrito por Laura es perfecto en cuanto a ritmo y no hay frase en la que no haya una ocurrencia, un chiste o una agudeza. No te da descanso prácticamente a no ser que cambie de tema y te ponga en antecedentes de lo que va a hablar… Y ni siquiera, porque hasta eso está sazonado con gracia.
Ella dice su texto con soltura, sin gritos ni aspavientos; con una gracia “natural”, relajada, usando su acento andaluz que le va perfecto para su personaje: Una mujer compleja que aunque se llame Laura y sea de Churriana no es Laura Ortiz, obviamente; aunque se nutra de ella.
Los monologuistas construyen su personaje desde sí mismos y de esta manera darle cierta verosimilitud a lo que cuentan. Usan su físico, voz y apariencia para elaborar un personaje verosímil aunque estrafalario, extraño de algún modo, para luego enfrentar éste personaje a situaciones cotidianas donde, como son raros, se producirá la situación cómica.
Pues así, Laura ha fabricado otra Laura que es un desastre: una mujer compleja. No para de darse caña, y nosotros de disfrutar de las cosas que dice hacer o ser, fantasía pura, todo divertidísimo. El público como dije no paró de reír y varias veces interrumpió para aplaudir. Laura sale indemne de la tremenda somanta que se da y resulta encantadora. En el monólogo es casi imposible encontrar un chiste en el que se ofenda nadie pues va casi todo con ella. Lo de hacer reír sin ofender es meritorio, sobre todo ahora con las pieles finas que se gasta el personal.
Lo que más destacaría es la ternura que derrocha Laura. En los aplausos y tras los agradecimientos, y como el público no paraba de aplaudir, ella se puso nerviosa y no sabía si saludar de nuevo, bajar al patio de butacas o hablar o qué. Miró a sus amigos y dijo sonriendo: “¿Y ahora qué hago?” ¿No les da ternura? Para comérsela.
Para suerte de todos hay más días para ver a Laura. Yo lo disfruté mucho así que se lo recomiendo: Vaya usted, y usted también: ¡vayan todos!
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