Tras el cara a cara entre Francisco de la Torre y Daniel Pérez muchos malagueños no tienen claro a quién votar mañana. Daniel Pérez supondría una corriente de aire fresco, pero como consiga un empleo estable se casará y lo que nos faltaba es otra despedida de soltero por las calles del centro histérico. Francisco de la Torre representa la madurez, que es un grado, aunque tras el reciente descubrimiento en un yacimiento de Álora (el primer homínido del mundo era perote) convendría bajar la edad media. No hay duda de que pocas elecciones ha habido tan disputadas, con diputados a medio suspender y con las coaliciones en el aire. Será un alivio que a partir de mañana no se nos hable en clave electoral. Los restaurantes del Centro no quieren dejar entrar a clientes de indumentaria indecente, pues con la llegada del buen tiempo se amontonan las despedidas de soltero, algunas con las coaliciones en el aire. Entiendo que la gente joven se case pero no que lo celebren tanto, ¿no leen las estadísticas? No me refiero a las del PP, donde ellos ganan por un punto, ni a las del PSOE, donde ellos ganan por dos, sino a las de matrimonios y separaciones. No te pongas en tu despedida un pene de goma en la cabeza porque a lo mejor dentro de dos años vas a tener que borrar todas las fotos. Lo bueno es que en cien años todos homínidos.
Málaga es la provincia andaluza con más población fuera de España, pero Daniel Pérez no se lo echó en cara a Francisco de la Torre en el debate. Si lo hubiera hecho podría haberle respondido Francisco de la Torre que también es a la que más gente retorna. ¿Qué pensaría nuestro antiguo pariente de Álora si volviese? Qué alivio hoy no ser candidato y qué alivio que mis amigos no me saquen de casa disfrazado de homínido. Una amiga va a casarse pronto en el Ayuntamiento y ha pedido que la case el alcalde, pero no sabe qué alcalde la casará. Todo está polarizado y lo importante es saber quién tiene la capacidad, y la sensibilidad, de meterse en el pellejo de los demás. Lo pasan mal algunos ciudadanos, no me refiero a Cassá, y no se nos debe olvidar. Somos una sociedad muy avanzada, pero anteayer cerraron un colegio en Málaga por una plaga de pulgas. Somos hombres y mujeres con ganas de vivir sin problemas, aunque a veces nosotros mismos complicamos la convivencia. A menudo entran ganas de irse fuera pero en todas partes hay gente. El gobierno debe regular la convivencia de todos, favoreciendo a los más débiles. Los jóvenes tienen mucho que decir en estas elecciones y es bueno que voten. Lo que no está tan claro es que sea bueno que se casen tanto. O con tanto ruido. Mañana cenaremos atentos al recuento, como cada domingo último de mes. El lunes será otro día, pero nosotros seremos los mismos.
Pablo Aranda
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