Y, como siempre pasa, no prevenimos. No intentamos poner remedio hasta que estalla. Y estallar tiene que estallar. La cuestión es que sea de una manera lo más leve posible, dentro de lo que cabe.
Pero, como ya sabéis, esto del deporte es cada vez menos un deporte y más un negocio, pues se han intentado hacerse el sueco. Que los hinchas viajaran como si nada pasara, que se jugara a puerta cerrada, algún aplazamiento... Como si los deportistas fueran unas máquinas que no pudieran enfermar. Pero como son personas igual que nosotros pues llegaron los primeros casos. Con estos primeros enfermos vienen los aislamientos. Y en cuanto llegan los aislamientos se rompe la gallinita de los huevos de oro y hay que suspender. Ya no se puede mirar para otro lado por intentar salvar el negocio. Nos quedamos sin deporte por una temporada. Aunque alguno no lo quiera entender y vaya por ahí diciendo que los JJOO no se suspenden y que los deportistas deben seguir entrenando. Que digo yo, los que dicen eso, ¿dónde pretenderán que entrenen esas criaturas?
Y esto afecta a todo el deporte, no solo al profesional. Los equipos no pueden entrenar en instalaciones municipales porque se cierran. Jugadores extranjeros que intentan, o consiguen, viajar a sus países de origen, que no entiendo cómo se permite. Pero bueno, si hasta hace dos días entraban a Mallorca barcos con turistas italianos nada me extraña ya.
Os aseguro que para frikis como yo vivir sin entrenar es difícil. Ser responsable de tener jugadores que están aquí para jugar en tu equipo y no están en casa es muy duro. Pero no queda otra que esperar y hacer caso a lo que se nos dice. Comprender que hay que ser cívico y responsable sabiendo que si todos lo fuéramos, esta pesadilla pasaría un poco más rápido, aunque sabemos que todos cívicos o responsables no lo serán.
Lo peor es esa incertidumbre de no saber qué va a pasar. ¿Se suspenderán las competiciones? ¿Los clubes podrán asumir económicamente alargar un mes más las ligas? Esos clubes que tienen como objetivo mantener la categoría y están para descender pueden ver como buena idea parar ya, así se salvan. Los que ya cumplieron sus objetivos también, así ahorran un poco de dinero. Pero, ¿qué pasa con esos clubes que quieren ascender y han hecho un esfuerzo durante muchos meses para conseguirlo? Si se cancelan las competiciones serán los máximos perjudicados. Todo ese esfuerzo humano y económico tirado por la borda...
¿Y esos entrenadores de clubes de cantera cuya asignación sale de la cuota que pagan las familias de sus jugadores? ¿No percibirán esa remuneración al final de mes? Supongo que como muchos trabajadores, o autónomos, empresarios de hostelería... Un caos económico. Esta incertidumbre es asesina. Por eso es mejor no pensar en ella. Debemos prepararnos para pasar el mayor tiempo posible en casa, sabiendo que eso ayudará a que esto sea lo más corto posible, que pase rápido aunque muy rápido no será.
Olvidemos la vida social por unas semanas y vivamos atentos a las noticias, a las indicaciones que nos hacen los expertos y cumpliéndolas a rajatabla. Es la única forma en la que podemos ayudar a pasar esta cuarentena.
Y saber que hay otros supermercados, que no solo se puede ir al Mercadona. Que digo yo que ¿dónde guardará la gente tanta comida como compra? Lo del papel higiénico ya me parece letal. Estemos tranquilos que muy mal se tendrá que poner la cosa para que cierren los supermercados. No hay que comprarlo todo ya...
Bueno, mucho ánimo y civismo, pensad en el de al lado, por favor. Demostremos que somos gente inteligente que mira por el prójimo y que está preparada para esto y para más.
Francis Tomé
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