Rubén Castro, a 10 minutos del final, tuvo la oportunidad de meter un penalti que daba la victoria al conjunto blanquiazul y le hubiera acercado más a lo puestos de permanencia - La salvación queda ahora a 6 puntos, con cuatro jornadas por jugar
Duro castigo
Pellicer introdujo a Luis Muñoz por Jozabed tras el descanso. Y al poco de comenzar la segunda mitad el malagueño ya estaba con amarilla tras cortar con falta un contraataque. Poco después, primera llegada de verdadero peligro para los visitantes. Tuvo que hacer una intervención providencial Yáñez ante Andrei en el mano a mano.
No esperó más Pellicer para cambiar el planteamiento. Lago Junior, de vuelta tras la lesión, entraba al campo por Esteban Burgos. Pasaba a jugar con defensa de cuatro. Y a los cinco minutos, Chavarría notaba problemas físicos y le tenía que sustituir Álex Calvo. Con todo el Málaga a por el gol del triunfo.
Pasaban los minutos y el Málaga no encontraba los caminos hacia el gol. El público empezaba a impacientarse, los jugadores comenzaban a desesperarse. Hasta que llegó la jugada que podría haber cambiado esta crónica, las portadas, las tertulias y el sentir de toda una ciudad. Escassi cayó dentro del área, el colegiado López Toca no señaló nada, pero tras más de un minuto fue llamado desde la sala VAR para que analizase la jugada. Pitó penalti. Rubén Castro, no podía ser otro, cogió el balón y se echó la mochila a la espalda, pero Andrés Fernández le adivinó el lanzamiento y detuvo el disparo. Enmudeció La Rosaleda.
El conjunto blanquiazul lo siguió intentando con todo hasta el final. Pero el gol no llegó. El punto sirve de poco, para quedarse a 6 de los puestos de salvación con cuatro jornadas por jugar. El Málaga está al borde del abismo y dependiendo de sus rivales. En Ponferrada veremos si este equipo sigue creyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario