¿Por donde empezar? Pues habría que remontarse a la primera bienal que organiza el actual equipo “gestor”, es decir a 2013. Si hacemos una comparativa podemos observar que a priori ninguna de las cosas que se hicieron mal en aquel entonces se han conseguido mejorar, si acaso se han hecho peor. Ni siquiera han conseguido contar con un incremento notable de presupuesto.
Más allá de utilizar dinero público para programar -eso lo haría hasta un advenedizo- un festival de estas características ha de tener unos objetivos, unas metas, un público al que dirigirse, tiene que ser capaz de captar nuevos públicos, tiene que potenciar el turismo en la provincia, tiene que reforzar el flamenco en Málaga, es definitiva, tiene que ir más allá de la propia programación, ha de tener un sentido. Nuestra bienal carece de todo ello.
Una de las cosas que más empequeñecen a este festival es sin duda su duración (6-7 meses). Ningún festival de envergadura tiene semejante duración. Es cierto que lo organiza la Diputación y que tiene que llegar a toda la provincia, pero hay otros casos de festivales donde durante todo el año se realizan actividades repartidas en tiempo y espacio para congregar el grueso del evento en un período de 3-4 semanas. No es nada banal este tema, sobre todo en el aspecto turístico. Las comparaciones son odiosas, pero sólo hay que ver como se ponen la Bienal de Sevilla y el festival de Jerez para hacer una estimación del crecimiento económico de estas ciudades durante el transcurso de sendos eventos. Creo que este sería el primer paso para tener un festival como Málaga y el arte flamenco se merecen.
Si seguimos analizando nuestra “gran” Bienal nos encontramos con con las siguientes circunstancias que definen la nefasta organización de cualquier evento cultural que se precie:
-Se presentó en FITUR un mes antes de la inauguración sin el cartel definivo de la bienal y con un vídeo de presentación lamentable en cuanto a calidad y contenido se refiere.
-A falta de un mes vista para que arrancara nuestro “gran” festival no existía ningún tipo de información en su web ni en sus redes de comunicación. Es más, lo único que podías encontrar era la programación de la bienal de 2015. Podemos mentar que Sevilla, Jerez, Nimes, Madrid (Suma Flamenca), Mont de Marsan, Flamenco on Fire o la Bienal de Holanda entre otros muchos festivales cuelgan el no hay billetes mucho tiempo antes de que empiecen dichos eventos, además sus ocupaciones hoteleras en esas fechas llegan al máximo. En Málaga seguimos a años luz de eso.
-A falta de 15 días para la inauguración por fin se actualizó la programación, una programación que constaba de un sólo espectáculo, el inaugural y cuyas entradas sólo estuvieron a la venta 2 semanas antes de la fecha dada. ¿Hola? ¿Es de recibo por parte del artista? ¿Qué seriedad merece esto? Ninguna. ¿Se llenó el espectáculo? Sí, pero el trabajo de promoción de dicha gala corrió a cargo de la protagonista, La Lupi, a través de su talento y de su trabajo comunicativo.
-En la misma línea de lo comentado anteriormente, una vez arrancada la bienal tampoco se podía acceder al programa completo.
-Hay artistas a los que han llamado una vez comenzada la bienal para programarlos.
-Los espectáculos anunciados carecen de información. Así podríamos llevarnos un rato, enumerando sinsentidos. La incompetencia llevada al más alto grado. Supongo que los responsables hasta cobrarán por este “trabajo”.
-Otra de las cosas que no dejan de sorprenderme es la escasa -siendo generoso- publicidad gráfica que podemos encontrar en la calle (lonas publicitarias, cartelería, paradas de bus, transporte público…). A día de hoy me he topado con cartel alguno. Ni el mismo día de la inauguración había una sólo cartel del espectáculo en el Teatro Cervantes. ¿De que manera se piensa llegar al malagueño? ¿Con una notita de prensa a los medios? ¿Presentándolo en FITUR?
-Siguiendo con el tema de la publicidad, no se ha contado con los grandes medios de flamenco (deflamenco, aireflamenco…) para cubrir o promocionar la bienal, aquí volvemos a ser únicos, porque hasta producciones de menor calibre cuentan con ellos para su difusión, más si cabe cuando este tipo de medios son seguidos por decenas de miles de usuarios aficionados al arte flamenco y repartidos por todo el mundo. Pero claro, si ni el malagueño sabe que estamos en plena bienal ¿lo van a saber en Japón?
-No quisiera entrar en el plano artístico, porque creo que esto es algo muy subjetivo. Aun así voy a opinar. Como es posible que se repitan en las 3 ediciones que lleva el equipo gestor nombres vinculados a grandes producciones como los de Argentina, Marina Heredia, Farruquito o Antonio El Pipa, eso sí, siempre sin estrenar espectáculo, para ello están los grandes eventos. Por otro lado es incomprensible como nuestra artista más internacional no ha contado nunca con un hueco en la programación. Hablo de Rocío Molina, claro. Podríamos hablar de muchos otros.
-Hay más cosas que escaman, como por ejemplo utilizar nombres de grandes figuras que actúan en calidad de artistas invitados en la nota de prensa para darle más enjundia (falsear) al programa.
Desde luego y como aficionado, este no es el gran festival que Málaga se merece, puesto que el objetivo fundamental debe ser potenciar el flamenco. Con ello me refiero a fomentar el auge del flamenco en la provincia, crear intereses en la población para que repercuta positivamente en la salud de nuestro arte, que nuestros artistas puedan trabajar todo el año porque se han creado nuevos públicos, porque los extranjeros quieran venir a nuestra ciudad más allá de por sus condiciones climáticas-geográficas, en definitiva, porque se trabaje desde la profesionalidad y el amor hacia el arte y no en busca de intereses políticos. Pese a todo ello, sólo le deseo a esta edición todos los éxitos del mundo, que se llenen los espectáculos y que a los artistas se les den las oportunidades que se merecen.
http://cronicasflamencas.com/
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