NO ENTREGUEMOS EL ALMA DE LA CIUDAD NI EL CORAZÓN DE NUESTRAS VIVIENDAS AL TURISMO.
El problema de los apartamentos turísticos no cesa. Nuestras viviendas son tomadas cada día, ante la indefensión de los propietarios y de los vecinos, y las diferentes posturas de las Administraciones de Comunidades, a favor unas de la buena convivencia con normas, y otras del lado de los quiénes queremos saber con quién nos cruzamos y no queremos maletas en los portadas, más gastos de agua, extraños a cualquier hora, fiestas, ruidos a deshoras o el mar y la playa dentro de los ascensores. Ni que nuestros barrios cambien y se conviertan también en franquicias para el turismo.
El Ayuntamiento y la Junta de Andalucía no dejan de mirar hacia otro lado con el problema de los apartamentos turísticos, lo mismo que con el acoso de las bicicletas y monopatines eléctricos por espacios peatonales.
Su política no es ciudadana. La de ningún grupo político. Su objetivo es hacer caja con el turismo a base de cederles nuestras ciudades y nuestras casas. Incluso, como en Málaga, la cultura del paisaje mediterráneo para que los partidos y los promotores del negocio se lleven unos millones.
Su política no es ciudadana. La de ningún grupo político. Su objetivo es hacer caja con el turismo a base de cederles nuestras ciudades y nuestras casas. Incluso, como en Málaga, la cultura del paisaje mediterráneo para que los partidos y los promotores del negocio se lleven unos millones.
El Gobierno tarda en solucionarlo, y seguramente dejará la llave en manos de las comunidades. Que seamos los vecinos los que nos peleemos entre nosotros, en lugar de dictar una ley con sentido común.
Es necesario unirse y detener este fenómeno que sólo beneficia a los que hacen caja.
NO ENTREGUEMOS EL ALMA DE LA CIUDAD NI EL CORAZÓN DE NUESTRAS VIVIENDAS AL TURISMO.
ALEJANDRO VILLÉN, VICEPRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO.
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