miércoles, 26 de diciembre de 2018
Vivir agachados...por Pablo Aranda
Estados Unidos ha advertido del inminente riesgo de atentado terrorista en Barcelona y a lo mejor se refería a la intención de la empresa Haibu 4.0 de alquilar sus primeros nichos a 200 euros. Haibu significa colmena en japonés y lo que ofrecen por 200 euros son habitáculos donde vivir mal. Con una altura de 1,2 metros no se puede estar de pie y sólo hay espacio para una cama, un cajón bajo la cama y una mesa plegable. Marc Olivé, gerente de Haibu, ha explicado que el alquiler no está pensado para turistas sino para residentes, que deberán carecer de antecedentes penales, será para que no se lleven la mesa plegable, y tendrán prohibido el consumo de sustancias ilegales y mantener relaciones sexuales (pero si no hay sitio, Marc) o comportarse de manera racista, se ve que el señor Olivé piensa en los demás. La empresa Haibu espera expandirse por el resto de España y Putin ha advertido del riesgo de una guerra nuclear. Lo bueno de vivir agachado es que se te quita el miedo a la bomba atómica. En este plan va a nacer menos gente todavía y da pánico imaginar algunas cosas que verán los que sí nazcan. Llegan señales confusas, como la erupción del Etna o la de uno de los 176 volcanes de Indonesia, de los que la mitad están en activo, que ha provocado un tsunami. Han publicado un vídeo de un cantante de rock en un bar de la playa al que le hacen la ola. La bolsa de Nueva York ha caído en picado y la de Tokio también. No sé cómo se dice bolsa en japonés, pero colmena es haibu.
En Granada unos agricultores han destruido cien mil pepinos que no serán comidos por los alemanes que comen nuestros pepinos. Resulta que al vender el pepino que has cultivado te pagan menos que lo que te ha costado cultivarlo. Vamos al supermercado y nos encontramos pepinos en habitáculos de plástico junto a otras verduras también en sus habitáculos de plástico y nos da igual la envoltura y lo que rodea a la envoltura. Vamos cayendo en picado como la bolsa de Nueva York aunque lleguen señales confusamente positivas, como que la feria de 2019 durará una semana y media. PP y Ciudadanos continúan con las negociaciones y han terminado de consensuar los puntos programáticos. Quedan temas espinosos y aún no hay presidente, a ver si va a pasarnos como en Sri Lanka, que para evitar los disturbios han nombrado primer ministro al primer ministro que cesaron hace dos meses. No parece que vaya a costar demasiadísimo elegir presidente andaluz pero hasta mayo no te quites el sayo. No sé interpretar la mayoría de las señales, pero más que el color del partido que gobierne me inquieta la dimensión de la vivienda de los gobernados. Eso sí, todos buenísimos, castos y sin antecedentes penales, con una feria muy larga y con un tramo de metro en el aire. Guerra nuclear ni guerra nuclear.
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