El periodista Ignacio Díaz Pérez destaca la influencia en este fenómeno de la música de las emisoras de las bases norteamericanas de Rota y Morón y defiende que Andalucía, en el tema musical, es la Liverpool del sur de Europa
El periodista Ignacio Díaz Pérez (Sevilla, 1972) se encontró con un ERE que le puso de patitas en la calle después de casi 20 años trabajando en la delegación andaluza de El Mundo. Aprovechando que tenía más tiempo libre, se embarcó en la aventura de redactar la crónica de un tiempo en el que Andalucía fue una potencia musical, la Liverpool del sur de Europa, valiéndose de los sonidos que salían de las bases militares de Estados Unidos en territorio andaluz, del rock progresivo de Pink Floyd, de la copla, el flamenco y hasta de la música de Semana Santa.Las discográficas no le prestaron atención en un primer momento, pero el rock andaluz, hijo político de Mayo del 68 y que transformó la música en España y en el mundo, llenaba conciertos sólo con el boca a boca y sigue vivo a pesar del poco caso que le hizo el poder político, las discográficas y de su rivalidad con la movida madrileña, un invento de laboratorio que el relato de la transición ha intentado vender como un movimiento cultural y político de vanguardia. En Historia del Rock Andaluz, el periodista andaluz Ignacio Díaz Pérez, gran apasionado de la música, retrata a una corriente musical que es mucho más que música porque forma parte del patrimonio sentimental de andaluces y españoles. El rock andaluz, no siempre bien tratado en la historia de la música, ha influenciado a la música de todo el mundo y, no menos importante, fue la banda sonora de los sueños de libertad del pueblo andaluz.
Raúl Solís
La Voz del Sur
¿Qué es el rock andaluz?
Es una música que transformó toda la música que se hizo posteriormente en España. Es la fusión del rock progresivo anglosajón, como el que hacía Pink Floyd o King Crimson, con la música española, flamenco, copla e incluso música clásica.
¿Tiene fecha y lugar de nacimiento?
Se puede decir que el primer disco de Triana es de 1975 y se graba en Madrid, pero decir que nace ahí es simplificar mucho, porque todo es un proceso. Estamos hablando de una época de experimentación, ya que antes de Triana estuvo Smash grabando El Garrotín. Miles Davis, que no es ni andaluz ni hizo rock, sacó un disco fantástico de jazz con música española, Sketches of Spain. Triana llega fruto de un proceso.
¿Existen rasgos comunes?
Los del rock progresivo, música con mucho peso instrumental, no son piezas de estrofa y estribillo, tienen una estructura que va evolucionando desde unos acordes iniciales hacia una música más rítmica en las partes intermedias. Y luego la cultura española, tiene las cadencias del flamenco. Tú escuchas la Zambra de Sabicas y te puede recordar a Triana. Por ejemplo, Innuendo de Queen empieza con unos toques aflamencados.
¿De quién es hijo?
Es hijo de la necesidad de libertad, de Mayo del 68, de gente que quería abrir ventanas en este país que olía a rancio y refrescar un poco el ambiente cultural. Se circunscribe al underground de la época, luego se convirtió en un movimiento de masas pero surge de la contracultura. Y surge en Andalucía, por la proximidad con las bases militares americanas de Rota y Morón.
Cualquiera diría para lo que dieron de sí las bases militares…
Las bases tienen sus emisoras de radio y las ondas de radio saltan las vallas y las alambradas y llegan a las casas de Rota, de Cádiz, de Morón, de Sevilla, de Córdoba. En las bases lo que hay son chavales de 20 años que cuando tienen un día de permiso se van a las discotecas y llevan sus discos, porque echan de menos su país y quieren escuchar su música, entonces las discotecas los ponen y aquí empiezan a escucharse sus discos. Más tarde se producen lazos de amistad entre españoles y americanos y comparten e intercambian la música. Yo digo que es un fisura del franquismo por la que se cuela el aire. Una cosa pretendidamente franquista, pues por ahí se cuela una cosa que no es que fuera perjudicial para el régimen, pero la dictadura no lo veía bien porque no lo controlaba.
¿Cómo transformó el rock andaluz la música en España?
El rock andaluz transformó la música en todo el mundo. La influencia que ha tenido el rock andaluz en la música que se ha hecho después es palpable. Por ejemplo, en España se hacía música en español melódica, Dúo Dinámico y Karina, pero el rock se cantaba en inglés. A partir del rock andaluz, el rock que se hace en España es en español. Si tú escuchas a Antonio Orozco, El Último de la Fila, Estopa o Alejandro Sanz, artistas de hoy, la música que hacen tiene una deuda con la música de Triana, de Alameda, de Medina Azahara.
¿Influyó de alguna manera el rock andaluz en la conquista del autogobierno andaluz y en la toma de conciencia de pueblo?
Algo tuvo. El hecho de cantar en tu propia lengua ya te diferencia de otras cosas que vienen de fuera. Luego, fue usado por ciertas banderas políticas para la reivindicación del Estatuto de Autonomía, de la toma de conciencia andaluza. Fue ahí cuando empezó a llamarse rock andaluz, entonces se le llamaba rock
con raíces.
con raíces.
El productor de Triana, Gonzalo García Pelayo, afirma que la denominación ‘rock andaluz’ fue una jodienda para el rock andaluz.
Ellos no tenían conciencia de hacer rock andaluz, sólo rock. El rock andaluz es una etiqueta que viene con la crítica y no le sienta muy bien porque circunscribe la música a un territorio y la enfrenta a la de otros territorios, como a la movida madrileña. Ahí se produce un choque que nunca antes había ocurrido. En el último concierto de Triana, en 1983 durante un festival benéfico en San Sebastián, que a la vuelta fue cuando murió el cantante de Triana, Jesús de la Rosa, en un accidente de tráfico, cantaban Joan Manuel Serrat, Alaska y Dinarama, Nacha Pop y la Orquesta Mondragón. Estamos hablando de grupos de la movida, era una música que convivía correctamente, por lo que el nombre de rock andaluz empieza a ser un lastre.
¿Murió el rock andaluz con la muerte de Jesús de la Rosa en 1984?
Entra en otra etapa, pero no muere. La prueba es que Medina Azahara sigue actuando y han salido grupos nuevos. El sello que ha dejado en la música posterior es innegable.
¿Aportó algo el rock andaluz a la lucha contra la dictadura y por la democracia?
Sus letras no eran ideológicas, más allá de que la libertad también es una ideología. Eran letras y músicos que cantaban a las cosas nuevas, a la libertad.
¿Qué grupos explican el rock andaluz?
Los grupos nucleares son Triana, Alameda y Medina Azahara, Cai, Guadalquivir, Califato Independiente, Veneno y Mezquita. Luego hay muchos en un segundo plano: Cuarto Menguante, Granada, Tabletón o el sevillano Silvio, que es un personaje fundamental, hace rock and roll a ritmo de Semana Santa. De todos ellos, Triana es la piedra angular del rock andaluz.
¿Qué relación tuvo el rock andaluz con la movida madrileña?
No hubo relación. Al principio compartieron escenarios en ocasiones, pero ya está.
¿Había diferencias entre ambas corrientes musicales?
El rock andaluz es un movimiento musical que surge de los artistas y, debido al éxito que tiene, las discográficas se ven obligadas a hacerle caso. La movida madrileña es un movimiento diseñado desde el poder y las discográficas porque la nueva España necesita una nueva estética que cante a la alegría, al desenfado, a la diversión. Los músicos de rock andaluz son mucho más comprometidos, no ideológicamente, pero sí con el arte, con la belleza y con la música que los de la movida madrileña.
Sin embargo, una relato repetido hasta la saciedad es que la movida madrileña fue un movimiento cultural con un fuerte compromiso político.
Ninguno. En la movida madrileña, el compromiso lo tienen los políticos y se inventan la estética para darle una imagen nueva a la nueva España y así sale Tierno Galván –alcalde de Madrid desde 1979 hasta 1986— y se convierte en un símbolo de la movida. Es un movimiento dirigido, la movida no tiene ningún compromiso político.
¿El poder político podría haber elegido el rock andaluz en lugar de la movida madrileña?
Yo creo que el arte y el poder tienen caminos diferentes, pero a veces el poder usa el arte. Y es lo que pasó, el poder diseñó la movida. La movida es un producto de laboratorio.
¿Por qué el poder político no apoyó al rock andaluz?
Quizás porque no se dejaron los rockeros dirigir, los rockeros son libres, para ellos la libertad es vital. Triana, cuando saca su primer disco, vende sólo 19 copias, pero el éxito en los conciertos es tan grande que, con el boca a boca, empieza a vender más discos. Al principio, las discográficas no querían una música que desconocían y no sabían cómo iba a funcionar. Por eso le dijeron al principio que no a la música de Triana.
¿Ha sido justa la historia de la música con el rock andaluz?
En el reconocimiento expreso, no, pero da igual, ahí está el rock andaluz y la influencia que ha tenido. Si Antonio Orozco, Manolo García, Estopa o Alejandro Sanz hoy venden muchos discos, es por el rock andaluz.
¿Era Andalucía la Liverpool española, por las vanguardias musicales que llegan a través de las bases militares norteamericanas?
Sí, el underground se focaliza en dos ciudades en España: en Barcelona y en Sevilla. En Barcelona se concentran las artes plásticas y los escritores, mientras en Sevilla se concentran más los músicos. Andalucía en aquel momento, cuesta entenderlo, era una potencia cultural y musical. Es verdad que la industria, las discográficas y los programas de radio y televisión que se hacían de música estaban en Madrid, pero los creadores estaban en Sevilla.
¿Ha muerto el rock andaluz?
No, en absoluto. Yo escucho Rock FM y el rock andaluz está ahí. Lo estamos escuchando sin darnos cuenta. Vengo de dar una charla en un instituto a chavales que han nacido en el siglo XXI, les he puesto música de Triana y no les ha resultado extraña. La etiqueta ‘rock andaluz’ hoy tiene éxito, es una marca que funciona.
Raúl Solís
La Voz del Sur
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