Sara Bara estará del 22 al 26 de Noviembre en el Teatro Cervantes
La bailaora trae a Málaga ‘Sombras’, su nuevo proyecto, basado en los veinte años que lleva subida al escenario
Esta vez el flamenco se ha impuesto a todo lo demás; no hay excusas, solo arte, belleza «y lo que sale del alma». Sara Baras se encuentra inmersa en la gira de su nuevo espectáculo, ‘Sombras’, un repaso a las dos décadas que ella y su compañía llevan sobre el escenario, cargado de nuevas lecturas y texturas: «Hemos hecho lo que nos ha parecido, nos hemos lanzado a lo que nos gusta, sin encerrarnos». Atiende a SUR haciendo una pausa en el ajetreo propio de una gira de estas características, que ha elegido Málaga –del 22 al 26 de noviembre en el Teatro Cervantes– como primera ciudad andaluza donde mostrar su nuevo proyecto, en el que colaboran figuras tan dispares como el saxofonista de los Rolling Stones, Tim Ries, y el pintor Andrés Mérida.
–¿Qué son esas ‘Sombras’ que dan nombre a su proyecto?
–Se puede interpretar en muchos sentidos. La sombra que más me acompaña desde que empecé es mi farruca, el número que más me marcó hace 20 años. Como cumplimos dos décadas como compañía, en vez de hacer un espectáculo repitiendo personajes y coreografías que nos han acompañado durante este tiempo, hemos querido darle una lectura nueva. Las sombras aparecen en todos los sentidos, aunque de una manera positiva: son todo lo que me ha marcado durante este tiempo.
–El espectáculo ya lleva unos meses girando, ¿cómo se ha sentido hasta ahora sobre el escenario?
–La verdad que me he sentido muy bien. Voy muy bien acompañada y eso me hace sentir muy segura. Además de los artistas que me rodean, me apoyo en el compromiso que hemos creado entre todos para levantar este espectáculo; desde el principio me he sentido muy bien. Es distinto a ‘Voces’ –trabajo anterior de la artista– y es diferente a todo lo que hemos hecho, y eso es un elemento muy importante. Tiene nuevas lecturas, texturas y es muy diferente a nivel musical y estético. Esto hace que una se sienta mejor.
–¿Cómo ha sufrido el mundo del espectáculo estos veinte años?
–Ha cambiado mucho. Veinte años dan para mucho, no solo en el teatro y en la cultura, sino en la vida. Son dos décadas, pero parece que han pasado tantas cosas... que todo es nuevo. Dentro de esos cambios hay cosas con las que una crece, que te hacen ser mejor; pero también hay añoranza y pena de otras épocas que se han perdido. Por lo que a mí me toca, miro atrás y veo 20 años de compañía artística privada con un público que se mantiene. Siempre tendré que estar agradecida a ese público por dejarnos estar aquí. Me doy cuenta de que nunca hemos bajado la guardia, hemos aprovechado las oportunidades que se nos han presentado, éramos muy valientes.
–¿Y ha cambiado mucho usted?
–Tengo la suerte de no cambiar de ilusión, es la misma del principio, incluso más. Me llena de alegría pensarlo, saber que mantengo el entusiasmo y las ganas de crear, de ensayar, de bailar, de compartir... Es muy gratificante. Por supuesto he tenido momentos muy duros pero el baile parece que puede con todo. El principal cambio es que he sido mamá, pero por lo demás me veo igual que siempre. Me queda mucho que aprender y soy igual de curiosa.
–¿Qué diferencia hay entre ‘Voces’ y ‘Sombras’?
–En ‘Voces’ se homenajea a los maestros y en cada fragmento estaban presentes sus imágenes, sus colores, sus gustos, sus estilos… había seis maneras de interpretar, coreografiar y moverse por la escena, siempre para ellos. En ‘Sombras’ tengo la libertad de hacer un viaje por donde quiero, como quiero y con el lenguaje que quiero utilizar. Las coreografías están basadas en nuestros principios, y hay toques más contemporáneos simplemente por el gusto de expresar, de dibujar y hacer algo bonito.
–¿Por qué ha decidido mirar en su interior después de haber hecho un homenaje a sus maestros?
–He intentado hacer, por encima de todo, una celebración de nuestros 20 años mostrando lo que nos ha pasado en ese tiempo, es decir, el reflejo de lo que hemos aprendido, que está en nuestra forma de coreografiar y de hacer. Lo normal en un espectáculo en el que se vuelvan a repetir personajes y coreografías, pero al no meternos ahí ha sido mucho más profundo. Las sombras pueden significar mucho para el que baila, la sombra también baila, es el empuje que has tenido siempre. Llegar a cumplir 20 años en la escena parece verdaderamente un sueño. ‘Sombras’ nace del sentimiento de querer aportar algo más después de todo este tiempo, con mucha libertad, sin tener que centrarnos en lo que funciona más o funciona menos (por supuesto que yo respeto a quien utiliza lo que le funciona, pero no es este caso). Hemos hecho lo que nos gusta, sin encerrarnos. Hay mezclas de géneros y percusiones, hay músicos diferentes. Hay muchísimos detalles en un conjunto muy bonito, de hacer y de ver, es muy profundo, aunque después sea relativamente fácil para el espectador.
–El pincel de Andrés Mérida participa en la obra…
–Andrés Mérida representa muchas cosas que para mi son muy importantes. Poder mezclar sus dibujos con mi farruca es muy rico. Descubrirlo es un regalazo, porque además de ser un artista maravilloso, es de los que le sale por los poros lo nuestro, el flamenco, tiene categoría y se le huele de donde viene. De repente pintaba un garabato y yo decía: «Parece que el dibujo está bailando». Me marcó muchísimo. Estéticamente no he visto nada más bonito, así que nos unimos, nos juntamos, hablamos de la sombra, de la farruca, de las posturas y la pasión que se mueve por dentro. Ha hecho un trabajo maravilloso, está siendo precioso. Me siento muy orgullosa de poder verme en esos dibujos, realmente hay posturas y movimientos que refleja a la perfección.
–¿Qué le aporta al espectáculo contar con músicos como el violinista Ara Malikian o Tim Ries?
– Los artistas con esta calidad siempre dan algo más. Se trata de poder compartir y sentir el arte, que te saque y te lleve a encontrarte con cosas diferentes, que te hacen crecer. Es otro de los regalos que te da cumplir años.
–Hemos hablado del pasado, de esos 20 años, pero, ¿qué camino queda por recorrer?
–Hay muchas cosas que debemos arreglar. Me encanta el flamenco y me gustaría que la gente joven tuviera la oportunidad de bailar de una manera férrea, como cualquier tipo de trabajo. Yo como bailaroa me siento muy realizada porque no he parado. Supongo que mientras que el cuerpo aguante, bailaré. No quiero quedarme con todo lo que he aprendido, intentaré transmitirlo.
–Y...
–Antes de terminar, quería decirte que tengo pasión por Málaga. Me considero de la Cofradía de Estudiantes y de VerbeRet, tengo muchos amigos allí, desde mi cuñado José hasta Antonio Banderas. Me encanta el Cervantes igual que me encanta el Falla. Me hace muchísima ilusión que el primer sitio de Andalucía donde llegue ‘Sombras’ sea Málaga, te lo quería decir porque estoy con muchas ganas de que llegue el momento de soltar nuestra alma entera en esta tierra, porque me encanta.
Fernando Torres
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