miércoles, 2 de mayo de 2018

El Madrid , a la final de Kiev



El Real Madrid padece otra agonía en un partido grandioso y memorable, jugado a la ruleta rusa, que eleva a Benzema y Keylor Navas
Acabó el partido. Los jugadores del Madrid consolaban a los del Bayern en el césped, apenas lo celebraban. La tensión de una noche eléctrica les había atenazado. Pasaron tres minutos y entonces se dieron cuenta de la gesta. "Estamos en la final, otra vez, por tercer año consecutivo". El Bernabéu se recuperaba del susto, del enésimo sobresalto, de otra noche al límite que no olvidará fácilmente. Se puso a cantar eso de "reyes de Europa" para liberarse mientras su equipo se ponía a soñar con Kiev, con la llamada Decimotercera, después de un partido para recordar, loco, en el que nunca afloró tanto el instinto de supervivencia de los blancos, que nunca mueren ocurra lo que les ocurra. El Bayern, magistral en su empeño pese a las bajas, tuvo la clasificación a un gol y lo persiguió como si fuera lo último que tenía que hacer en este mundo, hasta el sexto minuto de descuento, sin desfallecer. Devaluarle será hacer el ridículo, pero puede ocurrir. Verán. Ni es un equipo de veteranos ni en declive, pero quizá lo lean. Perdió como los más grandes el día en el que Keylor, señalado siempre, y Benzema, el proscrito de todos los días, salvaron al sufrido campeón.

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