Rafael Hernando es la folclórica del PP. Un tipo con aspecto de haber escapado de 'Orgullo y Prejuicio' pero con las maneras del Yoyas. En la inacabable moción de censura, sólo Albert Rivera había molestado un poco a Iglesias. El portavoz del PP era la última esperanza de zamarreo. Claro que Hernando es rancio como un salchichón viejo, claro que habla en la tribuna como un tertuliano chusco, ¿pero machista por hacer referencia a la relación entre Iglesias y Montero? «Dicen que la señora Montero estuvo mejor que usted. Y ahí me quedo porque no sé qué voy a provocar en esa relación?». Un escandalazo para los pitiminís de la ofensa de género. Llamar banda criminal al PP, sí; hacer mención a una relación conocida, no. Pero lo peor no fue esa mención más cateta que machista. Lo peor fue que se disculpó. «Yo hablaba de una relación estrictamente política». Hombre, Orgullo y Prepucio. Los gamberros no se disculpan. Las folclóricas, tampoco.
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