Que el mundo fue y será una porquería ya
lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también». Lo tenía claro
el maestro bonaerense San Enrique Santos Discépolo, compositor de este
incisivo tango, Cambalache.
En estos días de frío soviético, en
que nos pensamos dos veces prender los calefactores para no abusar del
lujo de la electricidad, vemos en televisión a un señor vomitar odio con
un flequillo a lo Lebrijano, un psicópata del poder que ahora se sienta
en el despacho de la casa Blanca, un Jesús Gil a la máxima potencia,
una mujer que hace las veces de Imperioso y unos hijos que darían la
talla de sobra en un remake de American Psycho.
Mientras tanto,
en otro canal le ríen las gracietas a su majestad emérita, que se iba de
geishas con el dinero de los españolitos, con pruebas, recibos y
casitas de muñecas con vedettes aguardando la llegada del motero del
amor. Todo queda en unas risas de ojo de patio, mientras se cambia de
tercio cuando Terelu se pone a hablar de lo mal que está el servicio.
Por
otro lado, la justicia le espeta un año de cárcel y seis de
inhabilitación a un señor que con mal gusto hizo un chiste sobre un
señor que lleva más de treinta años muerto, pero no mueve un dedo cuando
hemos tenido que leer algunos tuits sobre la muerte de Bimba Bosé y
sobre su tío Miguel que eran de puro cadalso.
Hay una doble vara de medir, con la que se nos da en la cabeza y la que nos señala para reírse de nosotros.
No
pasa nasa, ¿que se sube la luz un 60%? Se paga. ¿Que un tipo tiene al
mundo en vilo? Que no lo hubieran votado. ¿Que el rey se fundió
quinientos millones de pesetas ,que se sepa, en silenciar a una señora
de los fondos reservados? Bueno, eso es una leyenda urbana. ¿Antonio
Burgos hace daño el mismo día de la muerte de una persona y no le pasa
nada y un señor se mofa de Carrero Blanco y le imputan por
enaltecimiento del terrorismo, cuando hasta a la propia nieta de Carrero
le parece una barbaridad la sentencia? La justicia es imparcial, algo
habrá hecho.
Todo esto la semana en que cumplo treinta y cinco
palos y mi capacidad de sorpresa cada día se ve desbordada por tanta y
tanta porquería, pero que el siglo XXl es una continuación de maldad
insolente, que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio,
chorro, generoso, estafador... Los inmorales no nos han igualado sino
sobrepasado con mucha distancia; unos viven en la impostura y otros
roban en su ambición, da lo mismo si se es cura, colchonero o rey de
bastos, caradura o polizón. Cualquiera es un señor y el que no afana es
un gil, a nadie le importa si naciste honrao. Y no lo digo yo, que esta
letra tiene más de cien años y sin duda le hemos dado la vuelta al
marcador de todo lo que dice.
Por eso, o desenchufas y le
dedicas un rato al noble arte del autoengaño o terminas en San Juan De
Dios o debajo del puente de Hacienda. Tiraré de mi Mafia de Memphis para
sobrellevar el calendario, de Telecaster y alguna que otra bebida
espirituosa para distorsionar la cruda realidad aunque sea por un buen
rato musical, mirar fijamente a unos ojos que tienen toda la paz y el
amor que le falta a este mundo, que tranquilizan el alma y te hacen
pensar que todo esta bien mientras estemos juntos.
El viernes
estáis invitados a una ceremonia de bendito autoengaño musical junto a
los chicos de la banda y Adolfo Caimán, que cumplimos los dos el mismo
día. Será en nuestra casa ZZ Pub a partir de las 19.00 horas.
Brindaremos por los valientes y cantaremos a la vida, que treinta y
cinco años no es nada, que febril la mirada y el corazón henchido por
los que sé que matarían por mí.
Alex Melendez
Nota : por cierto , Feliz cumpleaños.
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