Tras la debacle de Valencia, espera poner fin a la racha de cuatro derrotas seguidas ante un peligroso Movistar Estudiantes
Seguramente en el seno del vestuario del Unicaja no se esperaban estar en una situación como la actual, después de lo que se vio en la pretemporada. Tampoco lo esperaba la afición, ilusionada con lo que vio entonces. Pero esto es lo que hay. El Unicaja que esta tarde (18.30 horas) recibe al Movistar Estudiantes es un equipo al borde de la fractura por las dudas que genera su juego en casi todas las líneas y posiciones. Bueno, en todas exceptuando a Nedovic.
Sin el serbio, el equipo malagueño ha demostrado ser bastante vulgar especialmente en ataque, y como su defensa no da el nivel esperado, todo en el juego del equipo de Plaza está muy descompensado. Después de cuatro derrotas seguidas y una paliza como la de Valencia que tardará en olvidarse, el Unicaja vuelve hoy al Palacio de los Deportes para tratar de suturar la herida por la que se está desangrando.
Obligado
El conjunto malagueño necesita un triunfo convincente por muchos motivos. El primero, por una simple cuestión clasificatoria con vistas a la Copa. Ahora es séptimo gracias a un calendario favorable en la Liga, y contando con el tropiezo inesperado en Fuenlabrada, y no le conviene tener más sorpresas para asegurar cuanto antes su presencia en el torneo copero.
Landesberg, un ‘israelí’ de Nueva York que es la amenaza hoy
La temporada pasada, el Movistar Estudiantes era noticia cada semana por las actuaciones de Edwin Jackson. El exjugador del Unicaja firmó una temporada soberbia con un comienzo de Liga espectacular. Jackson empieza hoy su aventura en la Liga de China con los Guangdong Southern Tigers.
Suplir a un jugador que promediaba 20 puntos por partido no es fácil, pero el Movistar Estudiantes lo ha conseguido con Sylven Landesberg, llegado del Maccabi Tel Aviv. El estadounidense de 1,98 metros (Nueva York, 1990), pero con pasaporte israelí tras siete años jugando en este país, promedia ya 19 puntos por choque y se ha convertido en la referencia ofensiva de su equipo y la amenaza hoy tendrá que detener el Unicaja. Es el tipo de hombre que ha estado a la sombra de grandes jugadores en el Maccabi ya que ahora se siente liberado y con confianza.
Luego está el plano anímico. Por mucho que esta temporada el mensaje más utilizado es el de que el calendario no da respiro como para lamentarse por las derrotas, la realidad es que estas sí hacen merma en la moral, tanto en la del equipo como en la de los aficionados, indignados con la imagen ofrecida en Valencia. También será clave comprobar si Plaza reordena sus planteamientos, pues el juego del equipo deja mucho que desear y se aprecia desorden en defensa y falta de ideas a la hora de atacar, algo que con el regreso de Nedovic se aliviará. Musli y Milosavljevic siguen fuera del equipo para este partido.
No perdía cuatro partidos seguidos desde mediados de abril de 2016
Era una sensación olvidada, pero era un riesgo evidente esta temporada. El trajín de partidos y lo apretado del calendario podrían generar rachas tan negativas como la que ahora acumula el Unicaja. Cuatro derrotas consecutivas en nueve días es un balance que muestra la dureza de la mezcla Euroliga-Liga Endesa y, a la vez, lo dañino que puede ser para un equipo. El Unicaja comenzó su serie negativa el viernes pasado en Atenas ante el Olympiacos, donde compitió, pero donde perdió. Continuó el domingo ante el Real Madrid, que lo apalizó, aunque más inesperado fue el tropiezo en casa ante el Brose en una mala gestión del final del partido. El remate llegó en Valencia el viernes con esa ridículo que todavía escuece en el seno del vestuario y entre los aficionados.
El Unicaja no vivió la temporada pasada una situación como la actual, en parte porque el calendario no tenía esta exigencia y porque el nivel de los rivales era menor, todo hay que decirlo. La situación más negativa se produjo justo después de ganar al Lokomotiv y lograr la clasificación para la final de la Eurocup. Con la resaca de la celebración perdió en casa ante el Estudiantes y luego cayó ante el Valencia en la Liga y también en el primer partido de la final.
Hay que remontarse hasta mediados de abril de 2016 para encontrar un precedente más negativo que el actual. El 11de febrero abrió una racha de seis derrotas seguidas con el equipo en pleno desplome en el Top-16 de la Euroliga y en la Liga: perdió contra el Fenerbahçe en Estambul, Fuenlabrada en Madrid, Darussafaka en Estambul, UCAM Murcia y Panathinaikos en casa, y contra el Barcelona en el Palau. La racha se cerró en la pista del Cedevita con una cómoda victoria por 78-91. El encuentro en casa contra el Estudiantes hoy (18.30 horas) aparece como una oportunidad para reconducir la situación y tratar de agradar a los aficionados.
Y cuidado, porque el Movistar Estudiantes llega a Málaga crecido después de superar en la jornada anterior al Barcelona de forma convincente por 80-70 con 27 puntos de Landesberg.
DIARIO SUR
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