Cualquier día vuelven los sicofantes. Los inspectores de Hacienda quieren pagar a confidentes que informen de delitos fiscales. El fin de la delación es mejorar la lucha contra el fraude, algo que ya se da con el contrabando. Es una de las propuestas en el XXVII Congreso de la Organización de Inspectores de Hacienda. También han recordado que la medida funciona en EE UU. En la antigua Atenas funcionaban los sicofantes, denunciantes profesionales que solían cobrar del interesado en la delación. Eran temidos por la gente honrada debido a la abundancia de denuncias falsas. Aunque a estos tiparracos les podía caer una multa enorme (si la denuncia era falsa), se trataba de una actividad lucrativa. El ambiente está preparado para la delación. Es lo que Juan Soto Ivars, hablando de las redes sociales, llama censura horizontal: todo ciudadano es censor de sus vecinos. Sólo falta que le estimulen y paguen. Mejor que vuelvan los gallifantes.
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