El Unicaja jugará esta tarde a las 6 ante el Olympiacos su último partido como local en la máxima competición europea esta temporada
Pese a su calendario infernal, sus continuos cambios de criterio o su capacidad para tener frentes abiertos contra otras competiciones, es innegable que la actual Euroliga es un lujo. Los aficionados malagueños han podido disfrutar hasta ahora de 14 partidos en casa de máximo nivel, contra los mejores clubes europeos y con estrellas rivales como Shved, Calathes, De Colo, Doncic o Wanamaker. Hubo grandes noches en el Palacio, como las victorias ante el Fenerbahçe, Real Madrid o Maccabi y decepciones como las derrotas ante el Zalgiris o el Valencia. Peleó el equipo por estar arriba, entre los ocho primeros, pero se quedó sin fuelle antes de tiempo. Aún así, el camino fue bonito de recorrer.
Esta tarde de Viernes Santo (18.00 horas dial 55 de Movistar +), el Unicaja se despide de la presente Euroliga como local, ante un Olympiacos –sin Printezis ni Papanikolaou– ya clasificado para los ‘play-off’ y que tampoco se juega nada, más allá de la recompensa económica por cada partido ganado (unos 37.000 euros). El cuadro malagueño, que aún tiene que visitar la próxima semana la pista del Fenerbahçe, quiere brindarle a su afición una victoria de despedida, al menos momentánea, de la élite europea. Del rendimiento del Unicaja en los ‘play-off’ dependerá que la próxima temporada se pueda seguir disfrutando de la Euroliga o se baje al peldaño de la Eurocup. «Los jugadores saben que la mejor manera de preparar el partido del domingo ante el Madrid es jugar muy bien ante Olympiacos. Sabemos de la dureza del rival, pero el equipo quiere acabar muy bien. Somos conscientes de que hemos de hacer las cosas mejor, sobre todo defensivamente», dijo Joan Plaza en la previa del partido.
Enrique Miranda
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