lunes, 12 de marzo de 2018

El Thyssen se da un baño en el Mediterráneo



La pinacoteca malagueña estrenará el próximo día 22 una ambiciosa exposición sobre el Mare Nostrum
Pidió al capitán Malevé nueve soldados, a ser posible los más atléticos, y después de examinarlos se decidió por el joven Auguste Neyt. Durante año y medio trabajó en una escultura a partir de su anatomía y el resultado alcanzó tal grado de virtuosismo que su autor fue acusado de haberla realizado mediante un vaciado directo del modelo. Auguste Rodin tuvo que presentar varias pruebas para desmontar aquel ultraje sobre aquella pieza. Eso sí, la publicidad que supuso aquel episodio le trajo el encargo posterior de una de sus obras más imponentes: ‘La puerta del infierno’ (1880).


La exposiciónTítulo‘Mediterráneo. Una Arcadia reinventada. De Signac a Picasso’.LugarMuseo Carmen Thyssen Málaga.PropuestaMás de 60 obras sobre el Mare Nostrum de autores como Pablo Ruiz Picasso, George Braque, Henri Matisse, Paul Signac y Joaquín Torres-García, entre otros.FechasDel 22 de marzo al 9 de septiembre.PatrocinaFundación Unicaja.



Es la historia que acompaña a ‘La edad de bronce’ (1877), la escultura de Rodin que podrá contemplarse dentro de diez días en las salas del Museo Carmen Thyssen Málaga como uno de los grandes reclamos de ‘Mediterráneo. Una Arcadia reinventada’, el ambicioso proyecto de producción propia que reunirá más de 60 piezas de autores como Pablo Ruiz Picasso, George Braque, Henri Matisse, Paul Signac y Joaquín Torres-García, entre otros. De partida, el proyecto se presenta con la promesa de mantener el listón de excelencia marcado por su antecesor, ‘Juan Gris, María Blanchard y los cubismos (1916-1927)’, una propuesta que supuso un salto de calidad para la pinacoteca malagueña, que ahora ultima una nueva muestra con tintes de reválida.


Braque. ‘Marina. L’Estaque’ (1906), rareza fauvista del autor. / ©GEORGES BRAQUE, VEGAP, MÁLAGA, 2018.



«Era una idea que tenía en mente desde mi llegada al museo. Estos años creo que el museo ha ido poniendo los cimientos para que pudiera producirse», avanza la directora artística del Thyssen de Málaga, Lourdes Moreno, comisaria de la exposición que brindará obras procedentes del Museo Picasso de París, del Centre Pompidou, del Museo de l’Orangerie, del Reina Sofía y del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, entre otras instituciones. Además, ‘Mediterráneo. Una Arcadia reinventada’ trae otros lazos institucionales para la pinacoteca, ya que la muestra cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja, que ha renovado su colaboración con el Thyssen después de participar en la exposición ‘La apariencia de lo real’, vista el año pasado.


Signac. ‘Saint-Tropez. El muelle’. / ©PAUL SIGNAC, VEGAP, MÁLAGA, 2018.

«La historiografía tradicional ha tratado los movimientos artísticos como una cadena cronológica, sin embargo, los últimos enfoques entienden que los estilos son más transversales y eso permite el estudio de una época de manera más profunda», defiende Moreno sobre las bases intelectuales de un proyecto que se fija en el Mare Nostrum para trazar dos líneas de trabajo, a partir de la obra de los autores. «En unos casos el Mediterráneo representa un tema para la investigación formal del mundo clásico sin academia y en otros casos se ofrece una visión más hedonista y placentera para recrearse en el paisaje en el que muchos de estos autores viven», sigue la directora artística del Museo Carmen Thyssen.


Sunyer. ‘Mediterráneo’ (c. 1910-1911). / ©JOAQUIM SUNYER, VEGAP, MÁLAGA, 2018.

«Picasso es de los autores que están presentes en las dos secciones, por un lado a través de la renovación formal y la investigación a través de un óleo de ‘Bañistas mirando un avión’ (1920) del Museo Picasso de París y al mismo tiempo con una obra más placentera titulada ‘Los pichones’ (1957), procedente del Museo Picasso de Barcelona», ofrece Moreno.


Picasso. ‘Mujeres en la fuente’. / ©SUCESIÓN PABLO PICASSO, VEGAP, MÁLAGA, 2018.


Obras de referencia

A la hora de buscar algunas de las referencias esenciales del proyecto, surgen la mencionada escultura de Rodin venida desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), la rareza fauvista de George Braque titulada ‘Marina. L’Estaque’ (1906) de la Colección Carmen Thyssen, ‘Saint-Tropez. El muelle’ (1899) de Paul Signac desde el Museo de la Anunciada y ‘Los tejados a través de las mimosas’ (c. 1930) de Pierre Bonnard.

«Creo que estamos –cierra Moreno– ante una exposición bellísima que permite ver cómo el arte no son compartimentos estancos, sino que es transversal. Una orilla que compartimos y que en el arte trae relaciones muy especiales».

Javier Antonio López
Diario Sur

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