Nuevos festivales se incorporan al calendario veraniego del género en la Costa del Sol, con clásicos y nuevos valores que confirman el tono cada vez más ecléctico de los programas
El verano es una época propicia para, entre otros muchísimos asuntos, el jazz; y si tradicionalmente los territorios del Norte han acaparado los menús más interesantes al respecto, con festivales de larga tradición y carteles de difícil parangón, lo cierto es que la Costa del Sol ha ido añadiendo, poco a poco, notables ingredientes hasta hacer del mapa conjunto un territorio bien interesante. Llama la atención así en la capital malagueña que el Teatro Cervantes, con su Festival de Jazz recuperado y asentado (cruzaremos los dedos, por si acaso) en el noviembre otoñal, incorpore al Terral de estío algunas citas jazzísticas de alto copete marcadas a fuego, eso sí, por criterios de fusión lejos de los márgenes más estrictos del género pero en consonancia con lo que parece que pide el cuerpo en los meses de calor.
De este modo, en una edición tan ecléctica como la presente, abierta al flamenco, el rock, la world music y hasta el teatro, el violinista francés Jean-Luc Ponty tuvo su cita el pasado miércoles y la cantante y compositora Melody Gardot tendrá la suya el 24 de julio, dentro del certamen, en la Plaza de Toros de la Malagueta, una apuesta de altura que por el bien de todos merece salir bien. Gardot, nacida en Nueva Jersey en 1985 y considerada generalmente como uno de los valores presentes más sólidos del jazz, presentará en Málaga su cuarto disco, el espléndido Currency of Man, colección de joyas de jazz y blues que gustosamente habrían firmado las estrellas rutilantes de los años 60.
Pero en la provincia de Málaga el bacalao jazzístico se parte en el Portón del Jazz de Alhaurín de la Torre, que vuelve a presentar, del 8 al 29 de julio, un cartel de poderosas resonancias internacionales: abrirá fuego el trío conformado por el saxofonista y clarinetista Ravi Coltrane (sí, el hijo de John Coltrane), el batería Jack DeJohnette (viejo aliado de Miles Davis, Thelonius Monk, Chet Baker y el mismo John Coltrane) y el bajista Matt Garrison; seguirán el veterano bluesman Lucky Peterson, el grupo británico de acid jazz Incognito y, para echar, el telón, el tunecino Dhaffer Youssef, otro adalid del mestizaje con aroma a world music y uno de los más acertados introductores del laúd árabe en los cánones del jazz, que compartirá escenario y velada con el pianista malagueño José Carra.
Pero también cabe celebrar que en este 2016 hay novedades en lo que a jazz se refiere: el Fuengirola Jazz Festival celebrará su primera edición en el Castillo Sohail el 9 de julio con una oferta que transita por el espectro local y el nacional pero no por ello menos gustosa. Muy al contrario, el certamen presenta un recorrido de tres actuaciones que abrirá Ways Group, formación en la que militan tres verdaderos pesos pesados de la escena malagueña: el saxofonista y flautista Agustín Carrillo, el bajista Oliver Sierra y el batería Manolo Toro, mano a mano con el pianista estadounidense David Lenler.
Continuará todo un fuengiroleño de pro como el guitarrista Carlos Pino, secundado en su cuarteto por Coki Jiménez a la batería, el mismo José Carra al piano y Rafael Sibajas al contrabajo.
Y terminará el asunto con la mayor gloria del jazz ibérico, servida en bandeja por Jorge Pardo al saxo y la flauta, Tino DiGeraldo a la batería y Carles Benavent al bajo.
Fuera de la provincia de Málaga, pero a un tiro de piedra, el Festival Jazz en la Costa de Almuñécar reúne del 17 al 23 de julio a Jorge Pardo, Christian Scott, Richard Bona & Mandekan Cubano, Erik Truffaz, Kenny Garret, Nicholas Payton y el maestro Stanley Clarke con su banda.
Ahí es nada.
Pablo Bujalance
El flautista y saxofonista Jorge Pardo.
La cantante y compositora Melody Gardot.
El bajista Stanley Clarke.
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