jueves, 30 de junio de 2016

Adolfo Cueto recibe el XXIV Premio de Poesía Manuel Alcántara

El poeta madrileño de origen asturiano, Adolfo Cueto, recibió ayer en acto institucional a las 21.00 horas, el XXIV Premio de Poesía Manuel Alcántara, dotado con 6.000 euros para una sola obra. El poema ganador de esta edición es “Nuevos destinos paradisiacos”, que se ha distinguido entre las más de 1.400 propuestas.

El acto institucional estuvo presidido por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en el auditorio del centro que acoge la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo.



En la entrega del galardón también estuvieron presentes, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Gemma del Corral, el escritor Manuel Alcántara, la presidenta de la Fundación Bancaria Unicaja, Mª Dolores Cano y el presidente de la Fundación Manuel Alcántara, Antonio Pedraza.

El poema fue elegido ganador el pasado 24 de Mayo por el jurado del premio, que en esta edición estuvo compuesto por D. Álvaro García (presidente del jurado),  Dña. Gemma del Corral, D. Jesús Aguado (ganador del pasado año), D. Antonio Gómez Yebra, y D. Guillermo Busutil. El poema está inspirado en el amor y la constante alusión que hay a la muerte en los tiempos modernos, “una muerte itinerante” sobre la que el escritor declaró que el poema “es una revisitación de un tema clásico”.

Este galardón organizado por el Ayuntamiento de Málaga, con la colaboración de Unicaja y la Fundación Manuel Alcántara, goza de un gran prestigio, tanto por su cuantía para un solo poema, como por el reconocimiento de los poetas ganadores de las ediciones anteriores, entre los que se pueden destacar a Cayetano Luca de Tena y Lazo, Antonio Hernández, Rosa Romojaro Montero y Luis Alberto de Cuenca.

Además de la dotación económica, el galardonado recibió una escultura original del escultor malagueño Jaime F. Pimentel. Este año el artista se ha alejado de la figura de Erato, la musa de la poesía, en la que se había fijado en otras ocasiones y la pieza de bronce está inspirada en la composición musical ‘Bachiana número 5’ de Héctor Villalobos y representa una mujer sola erguida al viento.

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