En el seno del Unicaja existía en verano la incertidumbre de qué versión mostraría el equipo en el regreso a la Euroliga. Alcanzar la decena de victorias se traducía en un balance positivo, algo que se alcanzó hace un par de semanas. La respuesta del equipo ha sido notable desde que tumbó al Fenerbahçe, pero los dos últimos traspiés enlazados frenan en el propósito de colarse por la exclusiva rendija del play off.
Le salían las cuentas a los de Plaza antes de visitar Belgrado. El Darussafaka obtuvo el billete con 16 y ellos tenían 10 con siete fechas por delante. No haber sumado desde entonces puede echarle el cerrojo a ese anhelado resquicio hoy. Se agarran los cajistas al Carpena, buena medicina cuando el triunfo apremia. De hecho, las exiguas opciones de Top 8 que quedan pasar por el coliseo malagueño, que acogerá un trío de las cinco afrentas restantes.
Jesus María Noguera
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