Laviebel
La compañía, con 24 años en escena, planta cara a la crisis con más teatro
Los granadinos suben al público al escenario del Echegaray en ‘Frágil’, una reflexión sobre la fortaleza humana en tiempos difíciles
ESTRENO
Autor y dirección Emilio Goyanes
Con Larisa Ramos, Antonio Leiva y Piñaki Gómez
Patio de butacas 18 €
Butacas primer piso 14 €
Butacas segundo piso 7 €
Duración 1.30 h. (s/i)
Narciso, Violeta y Jazmín nacieron simultáneamente en 1916 y desde entonces no se han separado. Se pasaron la vida cambiando de personalidad, idioma y sexo para sobrevivir al siglo XX. 100 años después van a morir por decisión propia y quieren invitarte a que asistas a este velatorio adelantado. Te sentarás sobre el escenario o delante de él, pero sus vidas te pasarán por el cuerpo sin que te des cuenta.
www.laviebel.com
Dice Emilio Goyanes con ironía que, después de 24 años, en Laviebel ya empiezan a ser unos «abuelos» de las artes escénicas. Y, como suele suceder, siempre se mira con cierta nostalgia al pasado y se recuerdan tiempos mejores. «Porque de 2008 para acá es un verdadero calvario salir adelante», declara sin medias tintas. La veterana compañía granadina, al igual que todo el sector, sigue «en periodo de emergencia» y para superarlo apuesta por «seguir lanzando ideas y propuestas». Un cabaret en la resistencia que esta temporada ofrece hasta tres estrenos, uno de ellos en Málaga el jueves y el viernes: ‘Frágil’.
Con un lenguaje propio en el que tiran de emoción y show «a partes iguales», ‘Frágil’ cuenta la historia de tres señoras nacidas en 1916 que se preparan para celebrar su centenario de una manera especial, con un velatorio adelantado. A través de ellas pasa toda la historia del siglo XX, cien años en los que han tenido que cambiar de personalidad, de idioma y de sexo para mantenerse a flote. Les pilló la República, la guerra civil, el París ocupado, la España de los 60... «Han sobrevivido a momentos de hambre, de peligro o de aburrimiento vital pero con alegría y sin perder el ánimo», cuenta Goyanes, autor y director. La obra habla, en definitiva, de «una fragilidad llena de fortaleza». Todo ello en el formato cabaret marca Laviebel, con momentos divertidos y otros emotivos, y alguna canción entre medias.
En esa fiesta de despedida, las protagonistas quieren tener a los invitados muy cerca, tanto que entre 30 y 40 personas del público se sentarán con ellas en el escenario y «participarán activamente del espectáculo». «Hay que recuperar la cercanía con el espectador, mirar a la gente a los ojos y decirle que estamos aquí», señala Goyanes. Porque, en algún momento, esa conexión se ha roto. «El público ha envejecido, a veces es preocupante ver cómo en los teatros no está la gente joven», reflexiona. Y añade: «Si el modelo que interesa a los jóvenes es el ‘Club de la Comedia’, nuestro futuro es incierto», sentencia.
Atraer al espectador
Su reto es atraerlos de nuevo a las butacas innovando en las propuestas para hacerles ver que «aunque posiblemente no lo saben, necesitan el teatro». «Nuestra función es devolverle al público parte de lo que son y de lo que nosotros mismos somos. Parece una función innecesaria, pero existe desde el principio de los tiempos, por algo será. No hay sociedad sin teatro, música o danza», señala. Lamenta Goyanes que «una parte de la opinión pública» piense que la profesión vive «del cuento, de las subvenciones». «Es un enorme error, somos gente trabajadora que ejerce con la mayor dignidad posible», declara.
Pese a las «muchas dificultades» con las que se encuentran, Laviebel lleva casi un cuarto de siglo en escena recibiendo el apoyo del público, de la crítica y de los propios compañeros. En su currículum se cuentan más de 20 premios, entre ellos varios Max (por ‘Cabaret Líquido y ‘La Barraca del Zurdo’) y cuatro Premios Teatro Musical de Madrid, donde la competencia es enorme. «Los reconocimientos no te ayudan a pagar el alquiler del local, pero sí a que se conozca tu trabajo y te da moral. Ayuda a seguir porque piensas que algo estaremos haciendo bien», argumenta.
En esta temporada, la compañía trabaja a un ritmo frenético: en marzo estrenaron ‘Vuela’, en abril es el turno de ‘Frágil’ –que llega a Málaga tras pasar por el Central de Sevilla y el Alhambra de Granada hace pocos días– y en junio montarán un cabaret nocturno con cena en el Palacio de Congresos de Granada. «Una actividad que no cuadra con lo vacío que tenemos los bolsillos», bromea Goyanes. Hoy, concluye, hay que trabajar «el doble para ganar un tercio». Y sobre todo seguir activos y «vivos».
Diario Sur
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