Paco Javier Jimeno es una Bienal de Flamenco en sí mismo. Toca recitales como solista, acompaña al cante, al baile, se autoproduce discos, es empresario del género y da clases a alumnos de medio mundo. Además de eso es un extraordinario
difusor de lo que hace y sigue estando entre los mejores tocaores del
país con los mejores premios del género en su haber, entre
ellos el Bordón Minero y el Nacional de Córdoba. Viviendo en Estepona
queda un poco a trasmano de todo pero él se empeña en que nadie pueda
hablar hoy día de la guitarra flamenca sin citar su nombre. Es un
epítome de lo mejor de una generación postPaco. Como artista es exigente
y sincero, cumplidor y brillante. Como amigo supera todo lo anterior.
Se viene su segundo disco.
¿Tienes ya nombre para tu nuevo disco? Aún
no tengo decidido un nombre en concreto. Sí tengo claro que va ser
Jimeno puro, es decir una segunda experiencia en volcar mis inquietudes
en el estudio de grabación y trabajando para mí mismo. Quiero decir con
esto que será el compendio de todas esas vivencias, esos sentimientos
que vagan en mis pensamientos.
¿Tendrá algún concepto en especial, tienes pensado los cortes?
La idea es dejarme volar en la composición y que sea ella, mi guitarra,
la que me lleve a donde quiera. Incluso más allá del flamenco, de
buscar dentro de mí y que fluya todo lo que se esconde en mis
sentimientos. Al igual que en ‘Tiempo y forma’, la duración de un elepé
es de 45 minutos no más, entre 8 y 10 temas. Este nuevo trabajo va a ser
variopinto desde la soleá más pastueña y flamencona a canciones que me
transportan a bellos lugares, a bonitos recuerdos. Buscaré un tono
elegante para cualquier tipo de público.
Tu primer disco, ‘Tiempo y forma’, lo has producido tú mismo, ¿tan mal está el escenario para grabar con un sello discográfico? Visto
como está todo, hace ya unos años que decidimos crear nuestro sello
propio ‘Estepona Flamenco’, contando con el mejor productor y persona
posible, mi gran amigo Zuri. El apoyo incondicional de mi amigo Manolo
Rodríguez y mi querida Ana Fargas. También me apoyo en el montón de
seguidores y amigos que nunca han dejado de creer en mí; Oscar, Nieves,
Miguel, Mari, sobrinos, alumnos y un largo etcétera. Y también la ayuda
institucional del ayuntamiento de Estepona en la fabricación y edición
de los mismos.
¿Es la autopromoción la salida a un mercado discográfico mermado?
Pues yo la verdad es que yo estoy muy contento de cómo me ha funcionado
a mí ya que en la primera edición se vendieron 3000 unidades. Lo
presenté con gran éxito estrenando la taquilla del Auditorio Felipe VI
con el cartel de no hay billetes un mes y medio antes del estreno. Y en
las siete u ocho representaciones que he hecho, he visto como mi música
conectaba con un público, que en muchos casos no conocía mi obra, que en
los saludos finales siempre me ha recibido en pie y con muchísimos
vítores. Y lo que se ha dicho de él, lo ha escrito Paco Valero Vargas.
También ha tenido muchos elogios en programas de radio con el de Juanma
Castaños en Jerez o como el de Miguel Ángel Fernández en Canal Sur, en
Sevilla.
¿Qué piensas sobre el estado actual de la guitarra, no está en su mejor momento histórico?
La guitarra flamenca en su corta historia siempre ha ido hacia adelante
en lo que a técnica y creación se refiere. Las aportaciones de Montoya,
Ricardo Sabícas y el gran Paco de Lucía ahí están. La inquietud
irremediable de aportar que caracteriza al guitarrista flamenco hace que
la guitarra tenga una evolución constante.
Como bien sabes me dedico a la docencia
desde hace ya más de 30 años y es por esta experiencia que pienso que se
está viviendo un momento muy saludable. Que las nuevas generaciones
aparte de querer estar a la vanguardia, tienen muchas ganas de conocer
de dónde venimos. El hecho de poder estudiar la carrera de conservatorio
está prodigando el que los nuevos valores de la guitarra flamenca
tengan que beber de esa fuente inagotable de aquellos que no están con
nosotros. Ellos son el verdadero patrimonio inmaterial de la humanidad.
¿Cuáles han sido tus referentes en esta disciplina? Mis
referentes en el mundo de la guitarra han sido nuestros antepasados,
los históricos de esta disciplina y como no, mi profesor Antonio Morilla
Martín y Niño Miguel, Manolo Sanlúcar… También he bebido mucho de esa
fuente inagotable que es el tocar para cantar. Ahí mis referentes han
sido Perico el del lunar, Melchor de Marchena, Manolo de Huelva, Barrull
, Juan Habichuela, Bacán, Manolo Franco, Cepero y un largo etcétera.
¿Es Paco de Lucía un espejo en el que se miran demasiado los nuevos tocaores?
En esto creo que queda muy lejos a todos. Pienso que cada uno es cada
uno y que todos tendremos la obligación de seguir transmitiendo y
aportando en nuestras composiciones. Realmente me da vergüenza pensar en
comparaciones con el maestro Paco de Lucía.
El Patio
La Asociación Estepona Flamenco El Patio ha
venido representando con gran éxito, desde abril hasta septiembre su
espectáculo ‘El Patio de Estepona’, apuesta musical flamenca dirigida
por el maestro Paco Javier Jimeno. Es probablemente el tablao más activo
de la provincia y con más trayectoria del momento. En el espectáculo
mencionado se realizaba un pasaje por los distintos palos asociados a la
provincia, con lo que se daba una medida del respeto por la tradición y
el rigor que se mueve sobre sus tablas. El pasado día 30 de se clausuró
la temporada después de 32 representaciones ininterrumpidas.
Lejos de quedarte en casa esperando
a tocar para recitales y para fabricar tus discos te embarcaste en El
Patio, un proyecto inaudito por la cantidad de artistas que ya han
pasado por él, ¿cómo valoras esta experiencia? Nos sentimos
orgullosos de nuestra apuesta por el flamenco y para haber podido sentar
precedente de una programación de larga temporada en nuestra provincia y
en nuestro pueblo. Seguro que ya, de hecho, hemos hecho historia. Al
margen de eso queremos dar las gracias a los espectadores, de todas las
nacionalidades, que en número aproximado de 4.500 personas han podido
presenciar nuestro espectáculo dentro y fuera de nuestro Patio.
Y a todo ello le sumas que eres profesor…
He llegado a tener más de 200 alumnos dependiendo de mis servicios. En
Los últimos años haciéndolo también por lo privado. Llegado a ese punto
he tenido que ser más selectivo con el alumnado y, actualmente, entre
los alumnos de cante y en todos los niveles de guitarra superamos el
centenar de ellos. Alumnos de todas las edades y todos los niveles e
incluso que se desplazan desde todas las partes del mundo para recibir
mis enseñanzas. Algunos que incluso se mudan a vivir a Estepona para
poder asistir a largas temporadas de mis cursos. Otros de grado
profesional e incluso de grado superior que en la época estival retoman
conmigo cursos de acompañamiento al cante y al baile.
¿Cómo eres capaz de llevar todo esto para adelante Paco?
En lo que a mí o en lo que yo pueda o pudiera hacer por ellos doy todo
lo que esté en mi mano. Por todo esto me han llegado a calificar de
“activista del flamenco”. El flamenco es mi vida, es mi pasión. El apego
y el arraigo a mis vivencias hacen que me implique de lleno en
transmitir mi saber a todo aquel que tenga inquietud por este nuestro
arte. Así que el futuro es muy saludable en lo que a la guitarra y el
flamenco, en Estepona, se refiere.
¿Es la docencia quizás lo más gratificante?
Cuando ves el interés, la dedicación, el respeto, la constancia y
asiduidad al ritmo de las clases, te das cuenta que lo que haces vale
mucho la pena. Es ahí cuando te sientes realizado, es una satisfacción
enorme poder transmitir tu sabiduría y corregir errores y conceptos.
Todo ello me hace ser optimista, ver que en poco tiempo cambian sus
maneras de interpretación. Que me hagan caso en los ejercicios de
técnica. Que me sorprendan con giros o maneras nuevas de hacer algo que
les he puesto como ejercicio.
Es una disciplina, la de la guitarra, demasiado exigente, ¿qué vicios les encuentras a los alumnos?
Lo más habitual en el alumnado es querer tocar o parecerte o imitar a
los guitarristas de moda. Es decir estar a la vanguardia del toque. A mí
me gusta que conozcan el verdadero toque flamenco que conozcan de dónde
venimos para saber a dónde vamos. Hago mucho hincapié en que sean ellos
mismos, que no sean meros intérpretes. Que busquen en su interior y que
lo que salga de sus corazones a través de sus manos sea la pureza, esa
pureza de la que hablamos todos. Para mí no hay algo más puro en el
flamenco y en la música en general que aportar, crear, hacer algo que no
existía. Eso es lo que hace el artista. No hay nada más puro que hacer
lo que tu corazón te dicta.
Francis Marmol
http://www.castillodelingles.es
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