jueves, 22 de junio de 2017

Avaros... por Domi del Postigo

No es verdad que usted gane 50 millones. Usted gana 25, redondeando. Porque el sistema tributario es una necesidad. Quienes tuvieron unos ingresos brutos de más de 60.000 euros en 2016 ya tienen una retención fiscal del 45%. Cuando la cantidad excede de los 300.000 euros se alcanza el 50%. El sistema fiscal español es progresivo, lo que parece razonable. Que paguen más quienes más obtienen y en función de las cantidades a las que lleguen. Puede parecer una barbaridad pagar 25 millones a Hacienda, que somos o debemos ser todos. Pero la verdadera barbaridad es que en este mundo haya personas físicas que ganen 50 millones y que en algunos casos sea por darle al balón, por mucho dinero que genere ese espectáculo y sus tentáculos derivados. En el caso de Cristiano Ronaldo se estiman sus ingresos del año pasado en unos 80 millones, aunque las fuentes no se ponen de acuerdo en la cifra exacta.


Lo que gente como él debiera plantearse, quizá, además de lo bien que le da al balón, su suerte. Su verdadero valor, que no su precio, en un mundo en el que un investigador de la ELA (ayer fue el día internacional de la lucha contra esta enfermedad) gana doscientas veces menos de 50 millones. Lo mismo más o menos que un policía que durante años se juega la vida junto a su equipo defendiendo la nuestra (como el policía que ha respondido con una carta a quienes le han puesto en solfa en las redes sociales al haber obtenido la medalla al valor vinculada al mérito por ganar el concurso Pasapalabra)

Ayer el necesario Alfonso Vázquez volvía a traer al periódico otro caso de pobreza en Málaga, el de una mujer con dos sobrinos acogidos que lleva casi un año sin poder pagar un alquiler de 375 euros mensuales. Lógicamente el propietario de la vivienda que no percibe su renta lo ha denunciado. Un requerimiento judicial ya ha puesto plazo para que la inquilina abandone el piso, el 3 de julio. Los pobres son molestos. Nos recuerdan que algo falla en nuestra sociedad perfecta. Su mera existencia resta glamour a los productos publicitarios (aunque algunos compran la colonia de Ronaldo para oler como él y Cristiano lo sabe). Los pobres no suelen ir a la moda. Algunos engordan porque comen mal, hablan muy alto, se abandonan porque en ellos se ceba la depresión. No suelen progresar en la escala social, pocos consiguen protagonizar un cuento de hadas. Para colmo, cuando son jóvenes y terminan en la calle corren el riesgo de ser carne de cañón para morir o matar.

No exige uno que anden cuidando pobres estos nuevos multimillonarios. Y los no tan nuevos como Amancio Ortega (hubo un tiempo en que los caballeros exigían que sus donaciones fuesen anónimas para que los beneficiados no sintieran que estaban en deuda con ellos sino con la sociedad) Lo que uno exige como ciudadano, aunque lleno de defectos, es que paguen sus impuestos. Y que algunos dejen de insultarnos diciendo que se les persigue por guapos, como Cristiano, o que la culpa la tiene su papá, como Messi. Tampoco es tanto.

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