Aunque ya es noche cerrada, atiende la llamada telefónica sin prisa aparente, exquisita y amable, cordial pero también firme cuando le toca defender sus ideas. Una de ellas pasa por argumentar con pasión y datos la excesiva carga fiscal que soporta la actividad cultural en España, con un IVA en el 21% y sin Ley de Mecenazgo a la vista. Ainhoa Arteta sabe además cuándo da un titular, lo subraya cada vez que lo intuye durante la charla que mantiene con SUR al hilo del recital que ofrecerá mañana domingo en el Teatro Cervantes junto a José Bros.
«Ahí te he dado otro titular...», comparte justo después de rubricar la frase que encabeza estas líneas: «La mayor empresa que tenemos no es Inditex, es España». Porque Arteta reivindica el patrimonio histórico del país, su gastronomía, su clima, pero también la calidad de los creadores que de aquí salen... durante los últimos tiempos, sobre todo, rumbo al extranjero. «Estamos perdiendo una, incluso me atrevería decir que dos generaciones de buenísimos músicos, no sólo cantantes, que están teniendo que irse fuera para poder desarrollar su carrera», lamenta la soprano.
«Creo que en este tiempo he cambiado para bien... Al menos, eso espero. Los años me han hecho madurar también como intérprete y ahora puedo acceder a un repertorio más denso y amplio», reflexiona Arteta sobre los 25 años de trayectoria que ahora celebra con el recital que compartirá mañana en el Cervantes con Bros. Porque a las tablas del teatro malagueño se subirán mañana «dos amigos», como admite la intérprete, recién llegada del Bolshoi.
Desde Rusia prendió la polémica hace días sobre una declaraciones suyas, en las que denunciaba que en España la estaban «machacando» a impuestos. Arteta lamenta el «sensacionalismo» de reducir la charla que mantuvo entonces a esa frase y se mantiene firme en su decisión de seguir cumpliendo con Hacienda en su país natal.
«Lo que necesita este país es que la gente pague sus impuestos», remacha la soprano antes de reiterar que «siempre, siempre, siempre» va a mantener su residencia fiscal en España. Una determinación que no le hace olvidar la situación fiscal que atraviesa el sector al que ha dedicado su vida. «Se ha gravado la cultura con un IVA del 21% y eso es matar al teatro. Así es muy difícil que haya empresarios que puedan arriesgarse a programar nombres poco conocidos», defiende Arteta antes de rematar: «En el arte hay que arriesgar y ahora los empresarios apenas tienen margen para poder arriesgar».
Anuncia el programa del Cervantes que Arteta «celebra sus 25 años de profesión interpretando a las más grandes heroínas de la ópera». Así que, con la que está cayendo en el sector cultural, hay que preguntarse si no hay que sentirse un poco héroe –heroína en este caso– para seguir al pie del cañón del arte. Arteta ríe al otro lado del teléfono y acota: «Al arte en general no lo sé, pero es verdad que hay que ser un poco una heroína para dedicarse a la ópera, con la que está cayendo...».
La que está cayendo es, de nuevo, la fiscalidad sobre la cultura en España, una lucha que se ha convertido en una de las banderas de Arteta. «El 21% de IVA a la cultura es un delito», sostiene, al tiempo que reclama una normativa que «proteja» a los intérpretes españoles en los teatros del país, ofreciendo una presencia mínima de estos creadores en las programaciones de los teatros públicos, como sucede en diversos países de nuestro entorno.
Arteta ha podido comprobar esa realidad en diversas latitudes y por eso no termina de explicarse las decisiones que se adoptan en España. «Se están dando muchos palos de ciego», lamenta antes de seguir: «He llegado a pensar que es un castigo o algo parecido a la cultura, no lo sé (...) A veces se piensa que en el sector somos todos de izquierdas y eso es una equivocación. Hay gente de izquierdas, de derechas, de centro... Ahí de todo, como en cualquier otro colectivo», defiende la intérprete.
Eso sí, sus ideas las guarda para su ámbito privado: «Jamás en mi vida me voy a pronunciar en público como un ser político». Quizá por eso, cuando se le pregunta si cree que la situación fiscal de la cultura en España cambiará con el nuevo Gobierno recién nombrado, Arteta responde con un socorrido «Pasapalabra». Lo que no quita la crítica, a veces incluso apasionada, de una de las voces más reconocidas de la escena lírica internacional.
Un vuelo que ahora le hace posarse sobre las tablas del escenario malagueño, que Arteta admite sentir de una manera especial. «El Cervantes es un teatro que guardo en mi corazón, que está en mi alma. Si algún día se escribe un libro sobre mí, estará el Cervantes, porque ahí he vivido momentos muy felices y también muy duros». Mañana, es turno de los primeros.
Antonio Javier López
Antonio Javier López
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