domingo, 1 de julio de 2018

Tsunami matutano ...por Pablo Aranda


El simulacro de tsunami en Málaga se ha saldado con una sola víctima
El simulacro de tsunami en Málaga ha resultado un éxito y no ha habido que lamentar víctimas, si exceptuamos al subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, que cede el mando de las fuerzas de seguridad, Protección Civil y otros a María Gámez, quien pudo ser alcaldesa de Málaga. El mismo miércoles del tsunami una expedición científica grabó durante 70 minutos a un tiburón blanco de 5 metros en Cabrera. Al día siguiente, jueves, un pastor aragonés se enfrentó a gritos a un oso que amenazaba su rebaño en los Pirineos. El pastor ha quedado afónico y el oso seguramente sufrirá el síndrome que hasta ahora padecían las personas a las que un oso les rugía. Todo son señales casi bíblicas de lo que se nos avecina. En Marbella un señor no podía dormir por las gallinas de su vecino y decidió provocar un tsunami interior, envenenándolas. El hombre, de 77 años, ha sido detenido. Dormir bien es necesario y un vecino al que todo le dé igual puede aguarnos la jornada. El fin de semana pasado unos vecinos de Getafe llamaron de madrugada a la policía porque la fiesta flamenca en un casa les impedía conciliar el sueño. Acudieron 4 policías a los que un grupo de unas 20 o 25 personas dio una brutal paliza. Los policías han detenido a una mujer, aunque la investigación sigue abierta. Las fiestas flamencas deberían celebrarse por la mañana, como las patatas aquellas, matutinas, ah no, perdón, Matutano. También sigue abierta la investigación por el presunto amaño de las oposiciones a suboficial de policía en Getafe. Una oposición amañada es como una fiesta flamenca a la que no hemos sido invitados, o donde los invitados apartan los palos flamencos para rompérnoslos en la cabeza, que también siguen abiertas, a tenor de las fotos de las heridas de los policías. A tenor, curiosa expresión. Soprano es un jefe mafioso.

El verano es un tsunami. Una madre comentaba el último día del pasado curso que ahora tocaba comerse a los hijos con patatas, una visión moderna y popular del cuadro de Goya sobre Saturno. Otra manera de ver el verano es considerarlo un tiempo para comer patatas con tus hijos, Matutano. En septiembre otro tsunami llegará a los juzgados de familia. Parejas separadas y custodias por decidir. No puedo entender que un padre responsable y cumplidor, implicado en igualdad en las tareas del hogar, deba dejar de comer patatas con sus hijos por separarse. Un tsunami de dolor fácilmente subsanable. El permiso por maternidad y paternidad ya es igualitario. Se busca compartir cuidados, algo necesario. Tras unos días sin poder ver a tus hijos, sientes gallinas cacarear de madrugada. A la semana te bañas y crees ver un tiburón blanco. A los 10 días te ataca un oso. A los 12 una fiesta flamenca rompe la noche. A los 14 eres policía y te mandan silenciar esa fiesta.

Los matrimonios necesitan simulacros de tsunami. Cómo resolver futuros conflictos que ojalá no se produzcan. Marcar pautas justas en momentos serenos. Por la mañana. Pautas Matutano.
Pablo Aranda
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