FOTO: Lobo Altuna |
Si a algo está acostumbrado el cine es al trabajo en equipo. Y si en algo es experto es en transformar cualquier espacio en un nuevo universo, eso que llaman la magia del celuloide. De ambas cualidades tirará la Academia para que los Goya 2020, quizás los más ambiciosos de la historia, sean un éxito en Málaga. La ciudad y la casa del cine español unen ahora sus fuerzas para convertir el Palacio de los Deportes Martín Carpena en un auditorio a la altura de la «mayor alfombra roja del país». Una «apuesta arriesgada», reconoce el presidente de los académicos, Mariano Barroso, pero nada a lo que los cineastas no estén habituados. A falta de cinco meses para la fiesta de la gran pantalla, el próximo 25 de enero, Barroso analiza las claves y los retos de la elección de Málaga. Y deja una cosa clara: «No es que se haya abierto ni la subasta ni la gira de los Goya, no somos el Circo del Sol ni los Rolling Stones, somos la Academia de Cine y celebramos nuestra gala donde mejores condiciones se den».
–¿Por qué Málaga? :
–Nos gusta ir a donde nos quieren. Málaga es una ciudad que ha demostrado su cariño y su amor por el cine español con su festival. Y además apostó fuerte y peleó. La actitud del Ayuntamiento fue muy generosa, muy proactiva y positiva. Y allá que vamos.
–¿Qué terminó por inclinar la balanza hacia Málaga?
–Había varias ciudades que se interesaron, pero elegimos Málaga por diferentes razones. Por el lugar, el espacio, la comunicación con las principales ciudades donde residen el mayor número de académicos...
–Cuesta imaginarse un Palacio de los Deportes convertido en un teatro. ¿No es una apuesta arriesgada?
–Es una apuesta arriesgada, pero no se trata de transformarlo en un teatro sino de utilizar toda la infraestructura para que sea un espacio donde se celebre la gala de los Goya. No tiene que ser un teatro, sí un auditorio. Fue una de las cuestiones que más estudiamos. Sabemos que en el Martín Carpena se celebran todo tipo de eventos, entre ellos muchos musicales. La adecuación de ese espacio para la gala de los Goya requerirá de un trabajo intensivo por parte de los especialistas y del Ayuntamiento, con la asesoría nuestra, de manera que no solo no sea un problema sino que se potencien las cualidades que ya tiene el lugar. Adecuar el espacio a la gala y la gala al espacio.
–¿Le preocupa que no funcione?
–Son muchas cosas las que nos preocupan, pero confiamos plenamente en el equipo, en la actitud del Ayuntamiento y en toda la gente que participa en un evento tan complejo.
–Dice que son muchas cosas las que les preocupan, ¿como cuales?
–Bueno, no es que nos preocupen, nos ocupan más bien. La gente que nos dedicamos al cine sabemos que cualquier proyecto implica infinidad de cuestiones por resolver, cuestiones técnicas, artísticas, de infraestructuras, de viajes, de alojamiento...
–Aquí está la preocupación añadida de no ir a un lugar conocido. Siempre hay más incertidumbres.
–Sí, pero como te decía la gente que nos dedicamos al cine hemos estado en todo tipo de situaciones y sabemos cómo salir adelante.
–¿Cómo será esa transformación?
–Estamos a cinco meses de la gala. Nos consta que el Ayuntamiento ha iniciado ya sus trabajos, tenemos tiempo suficiente para afrontarlo.
–Pero, ¿cómo se imagina la gala de este año? ¿Un recinto como este permitirá más espectacularidad?
–Es parte del diseño y del concepto que queremos elaborar. Vamos por partes. Primero decidimos cuándo y dónde. Ahora estamos empezando a trabajar en el cómo y el qué.
–De entrada, parece que permitirá más aforo, trabajar en propuestas de más altura...
–Queremos adecuar una cosa a la otra. No se trata de reproducir en el interior del Carpena un teatro, sino ver cuáles son las cualidades que nos ofrece y ponerlas al lado de la lista de todas las necesidades. De ahí sale la evaluación de los trabajos que hay por hacer, a nivel de cómo colocar a la gente, cómo instalar el sonido y la iluminación, cómo hacer los decorados....
–¿Cree que la Academia ha entrado en una especie de subasta para 'alquilar' su principal evento?
–No es nuestra idea en absoluto entrar ni en una subasta ni en una puja. La Academia de Cine no es una empresa de eventos, es una asociación de los profesionales del cine. Y para celebrar una gala de estas características se necesita un despliegue que inevitablemente cuesta un dinero. Es como funciona cualquier evento, pero somos conscientes de que por tratarse del cine siempre estamos más expuestos a comentarios, a la noticia y al análisis. Pero es lo que ocurre con cualquier partido de fútbol o festival de música. Hay unos patrocinios privados y otros públicos, y lo que hace el evento es ofrecer el retorno correspondiente. Simplemente buscamos encontrar un equilibrio entre lo que recibimos y ofrecemos, y ahí valoramos muchos factores. Desde la adecuación del espacio hasta el transporte, o el hecho de que la ciudad acoja el evento de manera unánime y positiva, como Málaga. No me gusta llamarlo subasta, forma parte de la producción de cualquier evento.
–Pero lo que quedó claro tras la pasada edición en Sevilla es que a la Academia le funciona mejor salir fuera que quedarse en Madrid.
–Madrid es una ciudad que está saturada de eventos y cualquier cosa que se haga es casi una molestia. Estamos totalmente abiertos a hacer la gala en Madrid o en cualquier ciudad. No es que se haya abierto ni la subasta ni la gira de los Goya, no somos el Circo del Sol ni los Rolling Stones, somos la Academia de Cine y celebramos nuestra gala donde mejores condiciones se den y nos ofrezcan. Málaga ha cumplido de manera impecable con nuestras expectativas y allá vamos.
«El impacto publicitario de la gala multiplica por casi cien la inversión»
–La gala costará solo al Ayuntamiento de Málaga 1,4 millones. En total serán dos millones de euros. A cambio, ¿qué aporta este evento a la ciudad?
–Hay muchas formas de valorar la repercusión de la gala de los Goya. Una es en cuanto al impacto publicitario y el impacto que tiene a nivel de comunicación multiplica por casi cien la inversión. Los patrocinadores ven multiplicada su inversión con creces de una manera que no se produce en ningún otro evento de España.La gala de los Goya es la mayor alfombra roja del país, el mayor despliegue que se hace en cuanto a un evento, y la repercusión es enorme. Luego hay otra forma de valorarlo y es el hecho de hacer esta conexión entre Málaga y la gente que hace cine en nuestro país. En casi todos los casos el resultado es muy positivo para todas las partes.
–¿Puede suponer un impulso para el Festival de Málaga?
–Es un impulso. El año pasado en Sevilla quedó claro que es un impulso para todos. Ganamos todos ahí. Es la suma del trabajo, del conocimiento y de la técnica de muchas personas, de la aportación de mucha gente, y estamos convencidos de que nadie pierde en este proyecto.
–Pero habrá a quien le parezca una inversión demasiado elevada...
–Claro, si te quedas con la cifra aislada parece una cantidad muy grande, comparada con el día a día de cualquier trabajador. Pero no es esa la cuestión, hay que compararlo más con los costes de la publicidad, de la comunicación, el 'marketing', el impacto que tiene a nivel mundial y cómo se sitúa la ciudad que acoge los premios a nivel cultural.
–Todo apunta, además, a que será la gala más cara de la historia.
–Inevitablemente cada año va a más, no nos podemos permitir ir a menos. También la demanda es mayor y se espera algo más novedoso. Tenemos que implicarnos con todo. Cada año es la más cara.
–Se ha anunciado que la semana previa habrá actividades relacionadas con el cine. ¿Como cuales?
–La idea es que las películas y algunos de los artistas nominados tengan presencia en la ciudad. Ya se hizo así en Sevilla, donde se proyectaron las nominadas a mejor película y había encuentros de los actores con el público. También la gente del cine local y andaluz participó en diferentes eventos. La idea es que la presencia del cine español en Málaga se haga extensiva a varias semanas previas a la gala, que el cine conecte con la gente. Eso ya lo hace muy bien el Festival de Málaga.
–¿Cómo califica la cosecha del cine español de este año?
–Fantástica. El cine español tiene un reconocimiento internacional que conocemos bien la gente que nos dedicamos a esto. Sigue la asistencia de espectadores a un nivel similar a años previos, es una cinematografía diversa y abierta a todo tipo de público y con un nivel de calidad elevado. Hay varias sorpresas que van a impactar en lo que queda de año.
–Todo apunta a que Antonio Banderas será una de las estrellas de esta edición y además jugará en casa.
–El trabajo de Antonio Banderas es espléndido y ha sido reconocido así en Cannes, y también sé que hay otros trabajos igualmente brillantes. Pero qué duda cabe de que él es uno de los más grandes cineastas de nuestro país.
–Después de tantas ediciones, ¿se explican ya por qué una gala es un éxito y otra un auténtico fracaso?
–Creo que hemos llegado a un punto en el que los Goya, la marca, ya está por encima de eso que se le llama vulgarmente el éxito o el fracaso. El evento, en cuanto a celebración y encuentro, está por encima de que la gala salga bien o salga mal, por suerte para los cineastas y los espectadores. Incluso cuando sale 'mal' la expectativa es muy alta. Eso es un tremendo capital que tenemos que cuidar y no podemos dilapidar.
–Cuando se conoce la lista de nominados siempre hay voces críticas que dicen que en la parrilla están los de siempre. ¿Qué opina?
–No estoy de acuerdo, hay ediciones de los Goya que han ganado las películas que menos se podía esperar. El año pasado la mejor actriz fue Susi Sánchez, no se puede decir que es la de siempre. Como tampoco se puede decir que Antonio de la Torre, otro malagueño, siempre ha sido premiado a mejor actor porque nunca lo había sido tras muchas nominaciones. Y podríamos seguir así con muchos más nombres. Eso no es verdad.
–Da la sensación de que la gala se ha despolitizado. Los discursos, como el suyo, van más enfocados a los cambios en la industria que a una demanda a la clase política.
–Dentro de la Academia hay personas de todas las sensibilidades políticas. Cada momento tiene su prioridad, cada circunstancia es diferente. Entiendo que debo respetar todas las sensibilidades y, como asociación profesional que es, creo que debo reivindicar nuestro trabajo y nada más. No es que no haya posicionamiento político, todo es político. El reivindicar que el colectivo del cine tiene como prioridad el trabajo en equipo es sin duda un posicionamiento del que los políticos podrían tomar nota.
–¿Vox estará invitado a la gala?
–Tradicionalmente se ha invitado a los representantes de los cuatro partidos principales, PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos. Por parte de la comunidad donde se celebra siempre está invitado el presidente de la comunidad y el consejero de Cultura. La gala de los Goya tiene muchísima demanda de invitaciones y obligaciones de patrocinadores, y realmente no entramos en la cuestión de la siglas. Nos ceñimos a una cuestión puramente institucional.
–Eso es que no estará invitado.
–No habría espacio para todos.
–Pero en Málaga sí lo hay.
–Pero tenemos que acotar, la gala está pensada para 2.500 personas y esa es la capacidad que necesitamos.
Regina Sotorrio
DIARIO SUR
No hay comentarios:
Publicar un comentario