Anoche me acosté con la firme convicción de que nunca seré capaz de retener en mi cerebro hiperactivo, que escupe todo aquello que no tiene utilidad práctica inmediata, los días de los santos, tampoco las diferentes fechas de Pascuas, Navidades y otros festejos del calendario Católico versus Ortodoxo, además de las fiestas nacionales y internacionales, éstas últimas multiplicándose como en una placa petri. El día internacional del abrazo. Aaaaaaaaa! No recuerdo la fecha....
Al despertar, encontré un wasap de mi hermano felicitándome con el Domingo de la Resurrección. Muy preocupada por la ubicación actual de mi "chaveta", me levanté, di una vuelta por la casa para confirmar que efectivamente es mi casa y puse un café bien cargado para asegurarme de que estoy bien despierta y no dentro de mis ensoñaciones que parecen más reales que la Realidad. Miré el reloj y el calendario - los dos indicaban el día del trabajador y la trabajadora, gente humilde que exuda por la frente, compra el décimo y sueña con liquidar la hipoteca de una vez.
Tras la inyección de la cafeína me propuse a investigar qué ha podido ocurrirle al Domingo de la Resurrección Ortodoxa. El San Google no ha tardado en darme la respuesta más sorprendente: este año las Pascuas Católicas y Ortodoxas están separadas por cinco semanas, siendo la distancia habitual de una o dos, como mucho. La misma desgracia le ocurre a las Navidades, que en vez del 24/12 se quedan rezagadas hasta el 6/01. Será por el frío, supongo, entre las cadenas de nieve y "circule con precaución"...
También estuve muy segura de que hoy no es el día de la madre en mi país, porque recuerdo que ya se celebró, no recuerdo cuando, pero ya pasó. Para mi mayor tranquilidad yo lo celebro con mi mamá a distancia cada 4 de noviembre, que es cuando ella me dio a luz, tras cobijarme y alimentarme en su vientre para al final alumbrarme, por poco perdiendo la vida en el parto. Gracias, mamá, por traerme a este mundo, que estoy intentando arreglar a mi manera para que sea un lugar mejor; por transmitirme tu ADN lleno de música, baile, letras, arte, entrega y compasión, disciplina y constancia, pasión y templanza, - me haría falta una semana entera para escribir todo lo que te debo y que nunca podré agradecerte lo suficiente. Como tampoco podré compensarte por todo el sacrificio que te supuso tener a un bicho malo como yo.
Tatiana Minina
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