miércoles, 28 de diciembre de 2016

Si Zenet sucede, conviene

El malagueño cierra el año en casa con un elegante concierto que abarrota el Cervantes
El ‘crooner’ cuenta y canta historias universales con un renovado aire de jazz latino, en un recital al que se suma Andrés Mérida improvisando al pincel


Dicen que todo ocurre por una razón. Por algo un martes de Navidad estaban todas las butacas del Teatro Cervantes ocupadas. Por algo se veían parejas bailando en el primer piso, otras cruzando sus manos, algunas besándose... Por algo le despidieron todos en pie. Sí, había una explicación: Si Zenet sucede, conviene. El malagueño contó cantando historias universales (de amor, desamor, perdón... de la vida) llevando de la mano al público del malecón de la Habana a un club de jazz de Nueva York. Y sin que se le moviera lo más mínimo el sombrero, con elegancia y pose de ‘crooner’ sureño.

La excusa era la presentación de su disco ‘Si sucede, conviene’, frase que tomó prestada de su trompetista cubano Manuel Machado, aunque antes ya la escribiera Shakespeare. «La podéis usar para todo lo que queráis porque tiene mucha filosofía», añadió anoche. Dicho y hecho: se la aplicamos a él, a un artista con su propia doctrina musical, que recorre a su manera los ritmos del mundo consiguiendo que lo nuevo suene a clásico. El estilo ‘zenetiano’ que le llaman, con sus propios ‘zeneteños’ entre el público.




Zenet jugaba en casa, con su familia de sangre (dedicó un tema a su madre) y de profesión (saludó a su letrista Javier Laguna y a su productor Carlos Narea) en un auditorio que agotó las entradas hace días. Y eso, lejos de tranquilizar, inquieta. «¡Qué nervios! Uno se relaja cuando va a un sitio donde no le conoce nadie... Pero los sueños a veces se cumplen y entonces: ‘¡Te jodes y pa’lante!», bromeó. Y así hizo: cantó, actuó, recitó unos irónicos versos navideños de Óscar Gómez y hasta invitó al escenario al pintor malagueño Andrés Mérida para improvisar un cuadro. Tres canciones tardó en dar forma a un genial retrato de Zenet y su trompetista.



Repertorio
Empezó con energía al ritmo de la salsa ‘Fuiste tú’, una declaración de intenciones del nuevo ciclo que Zenet abre con este trabajo, más luminoso y «vespertino». Ya fuera salsa, bossa nova, balada o tango sus canciones se envuelven de latin jazz en su partes instrumentales, con una buena sección cubana entre sus músicos. Los siete, con José Taboada fiel a la guitarra, tuvieron su momento de gloria en solos e improvisaciones. Era entonces cuando Zenet se arrancaba a bailar con movimientos de swing, con pasos a lo Gene Kelly y acariciando el ala de su sombrero en un perfil que le identifica.

Cuando canta, en cambio, ocupa su taburete e interpreta. No solo modulando la voz según el verso, también con las expresiones de su cara, con los gestos de sus manos... Sin aspavientos, Zenet da a cada canción lo que necesita. El toque pícaro cuando dice «pero qué guapa te pones cuando te enfadas», romántico cuando se pregunta «qué será lo que me has dado», chulesco cuando asegura que «a poquito que te roce te echarías a temblar» y de hombre arrepentido al admitir que es un «puto desastre». «¡Qué trago! Si no te perdonan con esta...», exclamó tras ‘Perdona’.

Temas todos ellos de su último disco que combinó con una mirada al pasado, con esas canciones que trasladan a garitos del Upper West Side como ‘Quién sabe’. ‘Me gustas’, ‘Ella era mala’ y ‘No lo dudes’ continuaron el viaje en el tiempo por sus distintas etapas, un recorrido que terminó precisamente con el tema que lo empezó todo: ‘Soñar contigo’. Y lo que se desea, palabra de Zenet, corre el riesgo de hacerse realidad. Como anoche.

Regina Sotorio
Diario Sur

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