viernes, 10 de marzo de 2017

La lección de la marioneta... por Pablo Bujalance

  • La editorial Casals convierte 'Óscar, el niño dormido' de El Espejo Negro en materia de estudio para alumnos de segundo de ESO en su libro de texto de Lengua castellana y Literatura

    En el difícil, jugoso y a veces polémico debate sobre la introducción de las artes escénicas en el curriculum educativo, a veces se pierde de vista una cuestión fundamental: el teatro es una práctica que se realiza únicamente en el tiempo presente, y es ahí donde se sostiene. Carece de soportes, no puede ser reproducida ni transmitida (si se registra y emite pasa a ser de inmediato otra cosa), así que sólo puede darse en la experiencia precisa de la función. Podemos conocer la obra de Beethoven a través de un disco, pero para llegar a conocer bien la de Shakespeare necesitamos que un artista vivo lo represente. Por esto resulta esencial que en el estudio del teatro en la escuela se atienda tanto a los clásicos como a la creación contemporánea, porque es la única a la que podrán tener acceso los alumnos (quienes llegarán a los clásicos, igualmente, a través de una puesta en escena que sólo podrá ser contemporánea: en lo que a la performance se refiere, Shakespeare es hoy inevitablemente algo muy distinto de lo que fue en el siglo XVII; y esta evolución concreta, igualmente, su fecunda actualidad). Los responsables de la editorial Casals, especializada en libros de texto y material escolar, han tomado nota y para el estudio del teatro en la asignatura de Lengua castellana y Literatura de segundo curso de ESO han decidido convertir en materia dentro del volumen correspondiente a este curso nada menos que Óscar, el niño dormido, la última producción de la compañía malagueña El Espejo Negro. La creación de Ángel Calvente, director de la agrupación, se ha convertido así en objeto de atención para los alumnos, a los que se les encomienda la tarea de analizar e investigar todo lo referente a la obra.

    Estrenada en diciembre de 2015 en el Teatro Cánovas y hoy en plena gira nacional, Óscar, el niño dormido está especialmente dirigida al público infantil y juvenil (una línea que El Espejo Negro ya emprendió con espectáculos anteriores como El piojo Matías y Jonás el espermatozoide) e incide en las marionetas (manipuladas aquí por La Pili, Noé Lifona y José Vera, quienes interactúan además con las criaturas diseñadas por Calvente como actores) como lenguaje escénico fundamental. Con todo el humor y la ternura que distinguen a la compañía, Óscar, el niño dormido aborda un asunto delicado al tener como protagonista a un niño en coma y al detallar todo el proceso relativo a su lento despertar y a la paciente estimulación posterior: un material que los alumnos de toda España que cursan la ESO con el libro de la editorial Casals estudian a fondo con la ayuda de un vídeo que incluye el propio volumen en formato DVD (y al que también pueden acceder a través de la página web de El Espejo Negro). Para Ángel Calvente, ver convertido a su Óscar en toda una lección para tan jóvenes estudiantes "es una alegría y una responsabilidad, pero más aún una satisfacción por cuanto se acerca el teatro de marionetas, habitualmente tan poco conocido, a alumnos y alumnas de ESO. Nuestra compañía tiene como objetivo esencial llevar la cultura a los más pequeños, y en esta tarea la implicación de la educación es algo imprescindible, así que nos gusta mucho ver a Óscar convertido en una lección sobre el teatro".

    En lo que a la producción se refiere, Óscar, el niño dormido continúa su gira (este domingo 12 se representará en Vitoria y la semana que viene podrá verse en Pontevedra) con fechas confirmadas hasta noviembre. Antes, la obra podría dar nueva campanada en la próxima edición de los Premios Max (de los que El Espejo Negro atesora ya dos), para los que Óscar cuenta por el momento con cuatro candidaturas a mejor espectáculo infantil o familiar, mejor producción privada, mejor autoría (para Ángel Calvente) y mejor actriz protagonista (para La Pili). Además, La Cabra, un clásico de la compañía recuperado el año pasado, es candidato a ganar el Max al mejor espectáculo de calle. Pero lo que ya tiene más que ganado Óscar es el corazón de grandes y pequeños que se han emocionado y han aprendido con su historia. Que el saber no ocupa lugar.


Puedes revisar este artículo publicado el 5 de Noviembre en Aumor :

Elias Ensayo sobre el Olvido... por Pablo Bujalance.

 

Pablo Bujalance

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