"Busco un centro de gravedad permanente, /que no varíe lo que ahora pienso de las cosas, de la gente, / yo necesito un... / Cerco un centro di gravità permanente", cantaba Franco Battiato en uno de sus bailongos temas. Para Nacho Artacho, Miguel Pérez y José Antonio Delgado, los tres malagueños amantes de la música, su centro de gravedad se encuentra -a veces- en un ensayo, en un escenario tocando bajo el nombre La Bocana. Hace casi una década que no pisan ni uno ni otro espacio por motivos laborales. "Cada uno está con su historia. Artacho se dedica a la literatura; Delgado trabaja como trabajador social en centros de menores en Sevilla; y yo soy profesor de música en un instituto de Canarias. Imagínate", cuenta con sumo lujo de detalles Perez, el pianista y también arreglista de las canciones del trío musical.
"Tras un concierto de la malagueña Vanesa Martín en Fuerteventura, Miguel nos llamó. Era tarde, de madrugada. Quería que nos volviéramos a reunir. Esa mismo noche creó un grupo de WhatsApp", relata Artacho al otro lado del teléfono. "No teníamos opción", remata entre risas. Este proyecto hermana la canción de autor -el género del que proceden los dos cantantes del grupo, Nacho Artacho y José Antonio Delgado- con otros géneros como el bolero, la copla, el jazz o el flamenco. Su objetivo: "vincular esta música de autor más tradicional con otras géneros musicales ", se lee en un comunicado del conjunto. Entre sus mayores influencias, en palabras de uno de sus cantantes, aparecen grandes nombres de la música como Javier Ruibal, Jacques Brel o Franco Battiato.
El proyecto a seis manos nació a principios de 2004 de "manera casual", según cuenta Artacho. "Un día José Antonio se quedó en blanco componiendo una canción y me llamó diciéndome que tenía una ristra de temas a la mitad. Me preguntó: ¿Por qué no los terminas tú?". Y así fue cómo nació La Bocana. "Quizá lo que más nos une, aunque suene pardójico, es que tenemos un gusto cada uno muy variopinto. No le hacemos ascos a nada, aunque no hacemos reguetón", comenta el pianista mientras ríe.
Aquella llamada no sólo acabó materializándose en una banda, también en canciones propias. "Es curioso que en algunas de ellas, como se hacen a cuatro manos, empezamos hablando de una cosa y terminamos en otra. Es un juego bastante divertido", comenta Artacho. En su repertorio cabe la canción romántica, como no, pero también la reflexiva "un poco zen". "Una cosa parecida a lo que hace Battiato. La idea es que la gente se vaya con algún verso medio decente bajo el brazo, con un posito de literatura. Las letras de Ruibal, por ejemplo, contienen un fondo poético importante", señala el escritor.
El próximo verano La Bocana tiene pensado grabar su primer disco. Mientras tanto se contentan con una actuación el sábado noche a las 23 en el Onda Pasadena. "Nos hemos animado a revitalizar el proyecto porque lo pasamos genial", concluye Artacho. La Bocana revive mañana tras encontrar su centro de gravedad permanente.
Isabel Vargas
Málaga Hoy
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