Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Orson Welles, Cocteau, Anthony Quinn y Hemingway recorrieron sus sofisticados pasillos, e incluso la reina María Victoria reservó una de sus alas y pasó allí varios veranos. Hablamos del Gran Hotel Miramar, abierto en Málaga en los años 20 y convertido en mito desde entonces, pese a cesar su actividad para servir como hospital de campaña durante la Guerra Civil y como Palacio de Justicia desde 2007. No obstante, el alojamiento reabre sus puertas y acepta reservas desde el uno de enero, restaurado como el icono del lujo que, en el imaginario colectivo de los malagueños, nunca dejó de ser.
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