Así ocurrió con Blippar, la aplicación que acaba de recibir el premio a la mejor app de realidad aumentada en el reciente Mobile World Congress de Barcelona. Sus creadores Ambarish Mitra y Omar Tayeb, se inspiraron pagando una ronda de cervezas en un pub de Surrey, al sur de Londres. Cuando Mitra puso 20 libras sobre la barra, bromeó a su amigo sugiriendo que sería muy divertido si la reina Isabel II se desprendiera de aquel billete. Entonces, en 2010, parecía solo gracioso -otro chiste de bar-, hoy esa idea se ha transformado en una compañía que tiene 300 empleados en varias ciudades del mundo y que consigue levantar rondas de financiación superiores a los cien millones de euros para seguir evolucionando.
Mitra tiene una historia personal digna de argumento de película: se fugó de casa a los 16 años para vivir y trabajar en un destartalado suburbio de Nueva Delhi vendiendo periódicos. Su oportunidad para salir de la miseria que le rodeaba fue un concurso que ofrecía 10.000 dólares a la mejor idea de negocio relacionada con las nuevas tecnologías. El joven participó proponiendo una solución para ofrecer Internet gratuito a las mujeres con pocos recursos… y ganó. La aventura (recreada con todo lujo de detalles por Mitra en varias entrevistas) le convierte en una especie de slumdog millionaire tecnológico, un titular que ha sido utilizado por la prensa cada vez que se destaca su exitosa biografía, y que ha levantado algunas sospechas sobre la veracidad de la misma. Sea cierta o no, poco importa ahora que Mitra se codea con los grandes gurús de la era digital en congresos, ferias y conferencias. Al fin y al cabo, en estos tiempos de redes sociales, cada uno es responsable de su marketing personal. Y en eso Mitra es un maestro.
Blippar se sube al carro de la realidad aumentada para crear, según Mitra, “un gran repositorio de todo el conocimiento humano” a través de las fotografías que tomamos con nuestros teléfonos móviles. Su funcionamiento es sencillo: cada vez que le pedimos a la aplicación que nos diga algo sobre lo que nuestra cámara está enfocando, esta reconoce la imagen (objetos, personas o lugares) y arroja todos los resultados disponibles que encuentra en la red. Sus creadores aseguran que basta apuntar al cielo con la cámara para obtener la previsión meteorológica. Para Mitra, “La realidad aumentada no es sólo otra innovación, literalmente marca una línea en la historia. Va a ser una tecnología horizontal que estará en todos los sitios”. Y añade que dominará el siglo XXI, una ubicuidad que va a cambiar lo que hasta ahora entendíamos por hacer una foto, y que habría horrorizado a Robert Doisneau quien defendía que “sugerir es crear, describir es destruir”…
Por Zuberoa Marcos | Juanlu Ocampos
No hay comentarios:
Publicar un comentario