La pinacoteca presenta una nueva colección basada en un préstamo a tres años de su nieto, Bernard Ruiz-Picasso, valorado en 500 millones de euros.
“Mostrar su colección define la personalidad de un museo”. Lo decía esta mañana el director artístico del Museo Picasso Málaga (MPM), José Lebrero, en la presentación de una iniciativa que supone, en la práctica, el reinicio de la pinacoteca; al menos, en lo relativo a sus fondos de larga estancia. Ahora, el MPM repasa la amplia y diversa trayectoria artística del genio malagueño tomando como base el préstamo de 166 obras que su nieto, Bernard Ruiz-Picasso, ha realizado durante tres años a la institución. Un fondo valorado, tal y como ha detallado esta mañana el propio descendiente del artista, en 500 millones de euros y que pone los cimientos de la nueva propuesta del MPM para su colección.
De este modo, el MPM traza ahora una panorámica de la carrera artística de Picasso siguiendo el orden cronológico de su longeva trayectoria, desde el 'Retrato de Lola' (1894) pintado con 13 años que inaugura el paseo hasta 'Hombre, mujer y niño' (1972) que cierra el paseo. “Queremos darle un protagonismo renovado a la colección”, resumía Lebrero sobre la operación presentada hoy en el MPM.
El nuevo discurso del museo malagueño para su colección presenta 120 piezas (el doble que hasta ahora) que muestran pinturas, dibujos, esculturas, grabados, cerámicas y técnicas mixtas. De esas 120 obras, 80 proceden de la nueva cesión de la Fundación Bernard y Almine Ruiz Picasso para el Arte (FABA), mientras que las otras 40 forman parte de los fondos permanentes del museo, donados en su día por el propio Bernard y su madre, Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista.
Bernard Ruiz-Picasso ha explicado que la nueva propuesta será renovada cada tres meses, sobre todo, en relación con la obra sobre papel incluida en el recorrido. “Hemos trabajado muy intensamente durante dos años para hacer posible esta nueva presentación”, sostenía el nieto del genio. Tras él, su esposa, Almine Ruiz-Picasso reivindicaba: “En esta nueva colección estamos mostrando todos los soportes con que trabajó el artista”. Una diversidad que ahora se despliega en las once salas que ocupa la propuesta, mostrada además con una nueva iluminación acometida por la Fundación Sevillana Endesa.
Se renueva el MPM, que el domingo de la próxima semana despedirá a casi todas sus obras emblemáticas hasta la fecha. ‘Olga Khokhlova con mantilla’ (1917), ‘Paulo sobre un asno’ (1923), ‘Susana y los ancianos’ (1955), ‘Mujer acróbata’ (1930) y ‘Madre y niño’ (1921), por citar algunos ejemplos, saldrán el museo, con la puerta abierta, eso sí. En su lugar y a la luz de un primer paseo por el Palacio de Buenavista, parece que su lugar en la galería de iconos del MPM lo podrán ocupar la experimental 'Restaurante' (1914), el clasicismo de 'Las tres gracias' (1923), el sinuoso cubismo de 'La siesta' (1932) y la minimalista 'Cabeza de toro' (1942).
“Pintar es otra forma de escribir un diario”, compartía esta mañana la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, parafraseando al propio Picasso. Se abre ahora, por tanto, un nuevo diario íntimo y artístico del genio en el museo de su ciudad.
A.J.López
Diario Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario