martes, 18 de abril de 2017

La frutería progresiva del rock

La banda malagueña lanza su segundo álbum, 'Tengo mis días buenos', que presentarán en la Sala Eventual el 29 de abril
Bandas como Rush, Emerson, Lake & Palmer, Camel, The Moody Blues o King Crimson nunca fueron del gusto de las radiofórmulas. Por eso es más que probable que el 90 por ciento de los jóvenes que hoy compran música en iTunes y tienen una cuenta premium en Spotify jamás hayan oído hablar de ellos. Pero el legado de estas y otras muchas formaciones de rock progresivo y experimental que zarandeó el mundo de la música en los años setenta continúa vivo gracia a formaciones como Frutería Toñi, grupo malagueño que el mes pasado lanzó su segunda referencia discográfica, Tengo mis días buenos, álbum que el sábado 29 de abril presentarán en la Sala Eventual (22.00 horas).

Salva Marina, Curro García, Jeimi Montes, CarlosFernández, Jesús Sánchez y Víctor Rodríguez decidieron reunirse en 2007 para dar rienda suelta a sus inquietudes musicales. El punto de partida era pura anarquía: en el saco había desde heavy metal a jazz o blues tradicional. La idea era «crear canciones sin etiquetas». «Nos lo tomamos con mucha calma. Los primeros años estuvimos escribiendo y experimentando en el local de ensayo. Todo muy calmado», explica el cantante Salva Marina, que también hace lo propio en Tabletom.

Las composiciones de la Fruetría Toñi están repletas de largos desarrollos instrumentales y distintas partes, pero aunque se les puede meter en el cajón del rock progresivo, «no es un rollo oscuro ni serio como se hacía en los noventa», explica Marina. «Nuestra música tiene un punto más humorístico y desenfadado. Al estilo de Zappa, que hacía música muy complicada pero con mucho cachondeo».



En 2014 lanzaron Mellotron en almíbar, disco debut que les sirvió para darse a conocer y comenzar a reclutar buenas críticas –alguna procedentes de países como Italia, Brasil, EEUU o Japón– y una importante legión de admiradores. «Nos sorprende la aceptación que está teniendo. Nos llegan muy buenas críticas de revistas especializadas. Nosotros somos los primeros sorprendidos de que ahora haya un repunte de este tipo de música».

Después de la marcha de Carlos Fernández y tras un año de duro trabajo, la banda se encerró en el estudio Puerto Records para dar forma a su nuevo disco durante el pasado verano. La producción de Tengo mis días buenos es muy superior en calidad de sonido. Y el grupo reconoce que gracias a la experiencia de Manolo Toro, responsable del estudio, han podido sacar «lo mejor» de sus canciones y conseguir «un sonido brutal».

Los temas de este nuevo álbum, en el que han vuelto a contar con la colaboración de Jacinto Pariente (Maullidos de gigante) y Juan Miguel González (Hablar con las estatuas) como letristas, hablan de muchas cosas, algunas «tan locas» como quedarse enganchado con los videojuegos (Pantalla final) o un homenaje a Space Oddity de Bowie (La órbita de Venus). «También hay un par de temas con cierta connotacion política, como son Más de black y La tostá», cuenta el cantante, que reconoce que el tema que más les gusta es FTV-1 elevado a Ñ, en elque la voz aparece después de 14 minutos intrumentales. El disco, financiando gracias a una campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami, cuenta además con diferentes colaboraciones: Miguel Olmedo y Ramón Aranda como guitarristas solistas, CarlosMoratalla y EvaMontiel en los coros, Nick Harcourt-Smith con el oboe.





Jesus Zotano

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