sábado, 1 de julio de 2017

Dulce Pontes:«No sueno en todas las radios, no estoy en ese campeonato ni quiero»

La cantante portuguesa se toma la «libertad de exprimirse» con estilos que van más allá del fado.Una ‘Peregrinação’ musical que llega al Cervantes.
Cierto que es la voz más internacional del fado de nuestro tiempo, pero ella es mucho más. La portuguesa Dulce Pontes lleva 25 años sacudiéndose etiquetas en esta ‘Peregrinação’ que es para ella la música y también la vida. La prueba, una más de muchas, es el último disco que responde a ese título, el mismo que este sábado presenta en el Teatro Cervantes dentro del festival Terral y donde hasta se atreve con una versión de ‘La leyenda del tiempo’ de Camarón. Después de eso, puede «con todo». «Las primeras veces que la canté la gente alucinó y fue también un shock grande para mí», confiesa. Pero después de más de dos décadas en la música, el público que la sigue «ya lo sabe»: «Canto lo que no se espera».


Quizás por ese ir por libre, por esa intención no forzada –ella es así– de no encasillarse, Dulce Pontes no es una artista de «súper márketing». «Ni sueno en todas las radios, no estoy en ese tipo campeonato, ni quiero, no me gustaría», admite la portuguesa. ¿Por qué? «Debe ser terrible, estar condicionada a repetir la misma cosa para toda la vida, tener que sacar un disco cada año», responde.
Su peregrinación

‘Peregrinação’, por ejemplo, ha tardado ocho años en llegar. Un tiempo en el que sus canciones se han curtido en el directo hasta que un día decidió grabarlas. Lo hizo en dos partes: ‘Nudez’, que incluye los temas en portugués, y ‘Puertos de Abrigos’, prioritariamente en español con dos temas en galaico-portugués y en inglés. Ahí están ‘La leyenda del tiempo’, ‘Volver’ y ‘Alfonsina y el mar’, entre otras. Un poco de todo, un viaje «emocional» que pretende ir más a allá de un «desfile de canciones». Una peregrinación por los sentimientos que quiere ser un reflejo de su propio camino musical. Una travesía que no ha estado libre de obstáculos, porque «siempre hay piedras, es parte de la vida, sobre todo cuando no optamos por lo más fácil». Y ella no lo hace. «No tengo nada que probar a nadie, es una inquietud mía de no quedarme estancada, de tener libertad para exprimirme», declara.

Por eso, aunque entiende por qué sucedió, ella se resiste a quedarse únicamente con el título de «renovadora del fado» que se ganó con la publicación de ‘Lágrimas’ (1993) y el éxito internacional que le siguió. «Portugal era entonces un país cerrado y nadie salía a cantar fuera entonces», recuerda. Ella, sin embargo, llevó por el mundo la música portuguesa y su reinterpretación de las canciones de Amália Rodrigues, «la única reina del fado, nadie más llega a su lugar». Pero Dulce Pontes no pierde el tiempo pensando en lo que ella ha supuesto para el género. «Tengo conciencia del camino andado y no me arrepiento de nada. Pero yo pienso en dónde estoy y hacia dónde voy», argumenta.




«Siempre hay piedras en el camino, sobre todo cuando no optamos por lo más fácil»
Dulce Pontes detiene la entrevista un segundo. «Es mi hijo, que tiene que salir y ha venido a darme un beso». Y eso en un adolescente no es muy frecuente, así que hay que aprovechar la coyuntura. La anécdota sirve para abrir una nueva conversación sobre los hijos, sobre lo mucho que ahora tienen que estudiar, y sobre su futuro. No le importaría que fuera músico si eso le hace feliz. Su consejo: «¿Qué prefieres? Hacer lo que quieres y vivir con lo suficiente, sin pensar en grandes coches y casas o ser un infeliz con poder económico? Esa cuestión es la importante, porque hay tantos adultos infelices...», reflexiona.

Con Daniel Casares
De vuelta al terreno profesional, toca hablar de un compañero de escenario que le hará de anfitrión en Málaga. A la guitarra estará el malagueño Daniel Casares, «un musicazo tremendo». Tiene un indudable toque jondo, él es un guitarrista flamenco, pero «puede tocar lo que quiera y seguirá siendo Dani». Con él juega a componer entre ensayo y ensayo temas que luego se quedan en el aire. Por eso asegura que uno de sus próximos trabajos será sentarse con Daniel Casares, crear nuevos temas y grabar. Porque ella tiene un «problema»:«Cuando termino un disco ya empiezo con otra cosa. Es más fuerte que yo, no lo controlo».



Mientras llega lo nuevo, continuará su ‘Peregrinação’ por el mundo, un recorrido por canciones sin fuegos artificiales, donde lo que priman son las emociones y los sentimientos. «Porque así son todas las músicas». ¿También el reguetón de moda ‘Despacito’? «¿Pero eso que es? Es la segunda vez hoy que me hablan de esa canción pero no la he escuchado. ¿Cómo dices que se escribe?», pregunta la cantante. Se despide de la entrevista asegurando que la buscará y la escuchará, aunque sea para que no parezca que vive «en otro mundo».

REGINA SOTORRÍO

No hay comentarios:

Publicar un comentario